miércoles, 29 de octubre de 2008

Datos para el diseño de un puesto de trabajo

Para poder diseñar un puesto de trabajo adecuado es necesario contar con una serie de datos básicos como datos antropométricos de las categorías de usuarios, fuerza de levantamiento y otros datos sobre la capacidad de la población mascu- lina y femenina, especificaciones de lo que constituye un puesto de trabajo óptimo, etc. En este artículo se hace referencia a algunas publicaciones clave.
El estudio más completo de prácticamente todos los aspectos del diseño de una tarea y un puesto de trabajo sigue siendo probablemente el libro de Grandjean (1988). La información sobre una amplia serie de aspectos antropométricos relevantes para diseñar un puesto de trabajo puede encontrarse en Phea- sant (1986). Chaffin y Andersson (1984) ofrecen gran cantidad de datos antropométricos y biomecánicos. Konz (1990) ha presentado una guía práctica para diseñar puestos de trabajo que incluye una serie de reglas básicas. Los criterios de evalua- ción para las extremidades superiores, especialmente referidos a los trastornos traumáticos acumulativos, pueden encontrarse en Putz-Anderson (1988). Sperling y cols. (1993) ofrecen un modelo para la valoración del trabajo con herramientas manuales. En relación con el levantamiento manual, Waters y cols. (1993) han desarrollado y revisado la ecuación del NIOSH, resumiendo el conocimiento científico existente en este aspecto. La especifica- ción de la antropometría funcional y las zonas de trabajo óptimas ha sido presentada, por ejemplo, por Rebiffé, Zayana y Tarrière (1969) y Das y Grady (1983a, 1983b). Mital y Karwowski (1991) han editado un libro de gran utilidad en el que se revisan distintos aspectos relacionados principalmente con el diseño de puestos de trabajo industriales.
La gran cantidad de datos necesarios para diseñar un puesto de trabajo, tomando en cuenta todos los aspectos importantes, hará necesario el uso de la actual tecnología de la información por los ingenieros de producto y otros cargos de responsabilidad. Es posible que en un futuro próximo aparezcan distintos sistemas para apoyar sus decisiones, por ejemplo, en forma de sistemas expertos o basados en el conocimiento. La obra de De Greve y Ayoub (1987), Laurig y Rombach (1989) y de Pham y Onder (1992) incluye informes sobre estos avances No obstante, resulta muy difícil pensar en un sistema que permita al usuario final el acceso sin problemas a todos los datos importantes nece- sarios para realizar un diseño específico.

domingo, 26 de octubre de 2008

Ejemplo de diseño de un puesto de trabajo: soldadura manual (II)

Según la valoración obtenida con el modelo del cubo (Figura 29.35) es evidente que las exigencias expresadas no se aceptarían si coincidieran las exigencias altas o moderadas de fuerza o tensión postural. Para poder reducir estas exigencias, era necesaria la manipulación mecánica de los objetos y la suspensión de herramientas. En torno a esta conclusión se produjo un consenso. Utilizando un sencillo programa de dibujo asistido por ordenador (CAD) llamado ROOMER, se creó una biblioteca de equipos. Con esto resultaba muy sencillo diseñar y modificar, en estrecha colaboración con los usuarios, la disposición del puesto de trabajo. Este enfoque de diseño tiene enormes ventajas en comparación con la observación de planos, ya que da al usuario una visión inmediata del aspecto que tendrá el puesto de trabajo.
La Figura 29.36 muestra el puesto de soldadura al que se llegó utilizando el sistema CAD. Es un puesto que reduce las exigen- cias de fuerza y postura y que cumple prácticamente todos los requisitos residuales de los usuarios.
Basándose en los resultados de las primeras fases del proceso de diseño, se construyó físicamente un puesto de soldadura
(Figura 29.37). Entre sus ventajas están:

1. Se facilita el trabajo en la zona más adecuada gracias a un dispositivo de manipulación controlado por ordenador para los objetos que se sueldan. Hay un montacargas, situado por encima del nivel de la cabeza, destinado al transporte. Como alternativa, se puede utilizar un dispositivo elevador para que la manipulación de objetos sea más sencilla.
2. La pistola de soldadura y la rectificadora están colgadas, reduciendo así la necesidad de fuerza. Pueden colocarse en cualquier parte del objeto que se está soldando. También se ha incluido una silla especial.
3. Todos los medios proceden de la parte superior, lo que signi- fica que no hay cables por el suelo.
4. El puesto de trabajo tiene tres niveles de iluminación: general, puesto de trabajo y proceso. La iluminación del puesto de trabajo procede de elevadores que están por encima de los elementos de la pared. La luz de proceso está integrada en el brazo de extracción de humo de la soldadura.

5. El puesto de trabajo tiene tres niveles de ventilación: uno en el desplazamiento general y dos en el lugar de trabajo: uno con un brazo movible y otro integrado en la pistola de soldadura MIG. La ventilación del puesto de trabajo se controla con la pistola de soldadura.
6. Existen elementos para la absorción de ruido en tres paredes del lugar de trabajo. Una cortina de soldadura transparente cubre la cuarta pared. Así el soldador puede estar informado de lo que sucede a su alrededor.
En una situación real es necesario hacer concesiones de varios tipos, ya que existen limitaciones económicas, de espacio, etc. Debe tenerse en cuenta, sin embargo, que los soldadores autorizados son difíciles de encontrar en el sector industrial mundial y representan una inversión considerable. Casi ningún soldador llega a la jubilación como soldador activo. Mantener en el puesto a un soldador cualificado es positivo para todas las partes implicadas: el soldador, la empresa y la sociedad. Por ejemplo, hay muy buenas razones por las que un equipo de manipulación y posicionamiento de objetos debería formar parte de cualquier puesto de soldadura.

jueves, 23 de octubre de 2008

Ejemplo de diseño de un puesto de trabajo: soldadura manual (I)

Como ejemplo ilustrativo (hipotético), se describe un proceso de diseño que conduce a la puesta en marcha de un puesto de soldadura manual (Sundin y cols.. 1994). La soldadura es una actividad que suele combinar grandes exigencias de fuerza muscular y grandes exigencias de precisión manual. El trabajo tiene un carácter estático. El soldador suele dedicarse exclusivamente a esa tarea. El ambiente suele ser hostil, con una combinación de exposición a altos niveles de ruido, humo y radiación óptica.
La tarea consiste en diseñar un puesto de trabajo para soldadura MIG (metal gas inerte) de objetos de tamaño medio (hasta 300 kg) en un taller. El taller tiene que ser flexible, ya que deben fabricarse diversos objetos. Las exigencias más importantes son las de productividad y calidad.
Se llevó a cabo un proceso QFD para que los usuarios proporcionaran un conjunto de peticiones del puesto de trabajo. En este proceso participaron los soldadores, los ingenieros de producción y los diseñadores de producto. Las peticiones de los usuarios, que no se detallan aquí, abarcaban una amplia gama de aspectos, entre los cuales se encontraban la ergonomía, la seguridad, la productividad y la calidad.
Utilizando el modelo del cubo, el grupo identificó, por consenso, límites de carga altos, moderados y bajos:

1. Variable de fuerza. Se consideró una carga baja a una masa inferior a 1 kg, y una carga alta, más de 3 kg.
2. Variable de tensión postural. Las posturas adoptadas para trabajar que imponen una gran tensión son las que obligan a elevar los brazos, a girarse o inclinarse mucho, o a arrodillarse, además de situaciones en las que la muñeca debe mantenerse en posición de flexión/extensión o desviación extremas. La tensión escasa se produce cuando la postura es erguida, de pie o sentado, y las manos están en las zonas de trabajo óptimas.
3. Variable de tiempo. Se considera una exigencia de tiempo baja cuando menos del 10 % de la jornada laboral se dedica a soldar, y alta cuando se trata de más del 40 %. La exigencia moderada implica que la variable quede entre los límites indicados, o que la situación no está clara.

lunes, 20 de octubre de 2008

Variables adicionales

Además de las variables básicas ya comentadas, existe una serie de variables y factores que caracterizan al puesto de trabajo desde el punto de vista ergonómico, que hay que tener en cuenta,
y que dependen de las condiciones particulares de la situación que se vaya a analizar. Entre éstas están:
• las precauciones para reducir el riesgo de accidentes,
• los factores medioambientales específicos, como el ruido, la iluminación y la ventilación,
• la exposición a los factores climáticos,
• la exposición a la vibración (por sostener herramientas),
• la facilidad para cumplir las exigencias de productividad y calidad.


Estos factores pueden considerarse de forma independiente hasta cierto punto; por lo que el enfoque de la lista de compro bación puede resultar útil. Grandjean (1988) abarca en su libro los aspectos esenciales que es necesario tener en cuenta a este respecto. Konz (1990) proporciona, en sus directrices para la organización y el diseño del puesto de trabajo, una serie de preguntas que se centran en la relación entre el trabajador y la máquina en los sistemas de fabricación.
En el proceso de diseño que se ha seguido aquí, la lista de comprobación debe leerse junto con las peticiones expresadas por el usuario.

sábado, 18 de octubre de 2008

El modelo del cubo

La evaluación ergonómica de los puestos de trabajo es en gran medida un problema de comunicación, si se tiene en cuenta el complejo conjunto de variables. Se ha creado un modelo cúbico para la evaluación ergonómica de los puestos de trabajo basado en la discusión de prioridades antes descrita (Kadefors 1993). El primer objetivo fue crear una herramienta didáctica con fines comunicativos, basada en el supuesto de que la fuerza aplicada, la postura y las medidas de tiempo, constituyen unas variables básicas, prioritarias y relacionadas entre sí en la mayor parte de las situaciones.
Las exigencias se pueden agrupar en relación con su impor- tancia, para cada una de las variables básicas. Se ha propuesto que esta agrupación se realice en tres niveles: (1) exigencias bajas,
(2) exigencias medias o (3) exigencias altas. Los niveles de exigencia pueden determinarse mediante pruebas científicas o bien, mediante un enfoque de consenso en un grupo de usuarios. Estas dos alternativas no son mutuamente excluyentes y pueden producir resultados similares, pero probablemente con distintos grados de generalidad.
Como ya se ha dicho, las combinaciones de variables básicas determinan en gran medida el nivel de riesgo en relación con el desarrollo de problemas musculosqueléticos y los trastornos traumáticos acumulativos. Por ejemplo, la exigencia de un tiempo prolongado puede hacer que una situación laboral se convierta en algo inaceptable en los casos en los que hay al menos exigencias de nivel medio relacionadas con la fuerza y la postura. En el diseño y valoración de los puestos de trabajo es esencial que las variables más importantes se consideren de forma conjunta. Para esta evaluación se propone el modelo del cubo. Las variables básicas: fuerza, postura y tiempo, constituyen los tres ejes del cubo. Para cada combinación de exigencias puede definirse un subcubo; el modelo incorpora 27 de estos subcubos (véase la Figura 29.35).
Un aspecto básico del modelo es el grado de aceptación de las combinaciones de exigencias. En el modelo se propone un esquema de clasificación dividido en tres zonas: (1) la situación es aceptable, (2) la situación es condicionalmente aceptable o (3) la situación es inaceptable. Con fines didácticos, cada subcubo puede tener una textura o color determinado (por ejemplo, verde-amarillo-rojo). En este caso, la valoración también puede basarse en el usuario o en las pruebas científicas. La zona condicionalmente aceptable (amarilla) implica que “existe un totalidad o parte de la población trabajadora en cuestión” (CEN 1994).
Para profundizar en este enfoque, resulta útil considerar un caso concreto: la evaluación de la carga depositada sobre el hombro con una sola mano en un proceso de manipulación de materiales a velocidad moderada. Se trata de un caso excelente, ya que en este tipo de situación es normalmente la estructura del hombro la que sufre la mayor tensión.
Con relación a la variable de fuerza, la clasificación puede basarse en este caso en la masa manipulada. Aquí, la exigencia de fuerza baja corresponde a niveles inferiores al 10 % de la capa- cidad máxima de carga voluntaria (MVLC), que asciende apro- ximadamente a 1,6 kg en una zona de trabajo óptima. La exigencia de fuerza alta requiere más del 30 % de la MVLC, aproxi- madamente 4,8 kg. La exigencia de fuerza moderada queda entre estos límites. La tensión postural baja se produce cuando la parte superior del brazo está cerca del tórax. La tensión postural alta se
produce cuando la abducción o flexión del húmero supera los 45. La tensión postural moderada se produce cuando el ángulo de abducción/flexión se encuentra entre 15 y 45. La exigencia de tiempo alta se da cuando la manipulación lleva menos de una hora en un día de trabajo, o menos de 10 minutos diarios de forma continua. La exigencia de tiempo alta se produce cuando la manipulación tiene lugar durante más de cuatro horas por día de trabajo, o durante más de 30 minutos de forma continuada (sostenida o repetitiva). La exigencia de tiempo moderada se produce cuando la exposición queda entre estos dos límites.
En la Figura 29.35 se han asignado grados de aceptación a las combinaciones de exigencias. Por ejemplo, puede verse que las exigencias de tiempo altas sólo pueden combinarse con exigencias de fuerza y posturales bajas. El paso de lo inaceptable a lo aceptable es posible, reduciendo las exigencias en cualquier dimensión, pero la reducción de tiempo es la más eficaz en muchos casos. En otras palabras, en algunas ocasiones deberá modificarse el diseño del puesto de trabajo y en otras puede resultar más eficaz cambiar la organización del trabajo.
El uso de un grupo de consenso formado por usuarios para definir los niveles de exigencia y la clasificación del grado de aceptación puede mejorar considerablemente el proceso de diseño del puesto de trabajo, como se explica más adelante.

jueves, 16 de octubre de 2008

Las exigencias de tiempo

Las exigencias de tiempo pueden evaluarse trazando (a) un trabajo repetitivo, de ciclo corto y (b) un trabajo estático. La evaluación del trabajo estático puede afectar no sólo al mantenimiento de una postura o a la producción de una fuerza determinada durante períodos de tiempo prolongados. Desde el punto de vista de los músculos estabilizadores, especialmente en la articulación del hombro, el trabajo dinámico también puede tener una componente estática. Así, puede ser necesario considerar períodos más prolongados de movilización de las articulaciones.
La posibilidad de que una situación laboral se acepte en la práctica, se basa en las exigencias para la zona del cuerpo que se encuentra sometida a mayor tensión.
Es importante recordar que estas variables no deben considerarse independientemente, sino en conjunto. Por ejemplo, la necesidad de ejercer una gran fuerza puede ser aceptable si se produce de forma ocasional; la elevación del brazo por encima del nivel del hombro de vez en cuando no es un factor de riesgo. Pero las combinaciones de estas variables básicas sí deben tenerse en cuenta, y esto complica la definición de criterios.
En la Revised NIOSH equation for the design and evaluation of manual handling tasks (Revisión de la ecuación del NIOSH para el diseño y evalua- ción de las tareas de levantamiento manual) (Waters et al. 1993), este problema se aborda mediante una ecuación que establece los límites de peso y tiene en cuenta los siguientes factores: distancia horizontal, levantamiento de peso en vertical, asimetría en el levantamiento, acoplamiento manual y frecuencia de los levan- tamientos. De esta forma, los 23 kg de carga límite aceptable en condiciones ideales según los criterios biomecánicos, fisiológicos y psicológicos, pueden variar significativamente si se tienen en cuenta las particularidades de la situación laboral. La ecuación del NIOSH proporciona una base para evaluar el trabajo y el puesto de trabajo que conlleva tareas de levantamiento. Sin embargo, existen importantes limitaciones relacionadas con la posibilidad de aplicar la ecuación del NIOSH: por ejemplo, sólo pueden analizarse levantamientos que se realizan con ambas manos, ya que las pruebas científicas para el análisis de tareas de levantamiento realizadas con una sola mano aún no son definitivas. Esto demuestra la dificultad de aplicar las pruebas científicas al diseño del trabajo y del puesto de trabajo. En la práctica, las pruebas científicas deben combinarse con las opiniones de personas que tengan experiencia directa o indirecta en el tipo de trabajo en cuestión.

martes, 14 de octubre de 2008

La postura de trabajo:

La postura de trabajo: sus exigencias pueden evaluarse trazando (a) situaciones en las que las articulaciones se estiren más allá de su intervalo natural de movimiento y (b) algunas situaciones especialmente complicadas, como las que exigen arrodillarse, girarse o inclinarse, o trabajar con la mano por encima del nivel del hombro.

domingo, 12 de octubre de 2008

Proceso de diseño de un puesto de trabajo: Variables de la carga musculosquelética

De acuerdo con el razonamiento anterior, aplicaremos el criterio de que existe una serie de variables ergonómicas básicas relacionadas con la carga musculosquelética, que debe tenerse en cuenta como prioridad en el proceso de diseño, con el fin de eliminar el riesgo de trastornos musculosqueléticos relacionados con el trabajo. Este tipo de trastornos se caracterizan por dolor localizado en el sistema musculosquelético, que se desarrolla durante períodos de tiempo prolongados como resultado de tensiones repetidas en una parte determinada del cuerpo (Putz-Anderson
1988). Las variables básicas son (por ejemplo, Corlett 1988):
• exigencia de fuerza muscular
• exigencias de la postura de trabajo
• exigencias de tiempo


En relación con la fuerza muscular, los criterios pueden basarse en una combinación de factores biomecánicos, psicológicos y fisiológicos. Esta variable se aplica midiendo las necesidades de fuerza exterior, en términos de masa manipulada o fuerza requerida, por ejemplo, para manejar herramientas con mango. También pueden considerarse las cargas punta, en conexión con los trabajos más dinámicos.

viernes, 10 de octubre de 2008

Proceso de diseño de un puesto de trabajo: Establecimiento de prioridades en las peticiones

En relación con el proceso de especificación, es fundamental que los distintos tipos de peticiones se consideren de acuerdo a su importancia. De no ser así, todos los aspectos tendrán que consi- derarse en paralelo, lo que puede complicar el diseño y hacer que la situación sea difícil de controlar. Por ello, las listas de comprobación que hay que elaborar pueden resultar difíciles de manejar en determinadas situaciones.
Es difícil trazar un esquema de prioridades que sirva para cualquier tipo de puesto de trabajo, pero si se considera que la manipulación manual de los materiales, herramientas o productos es un aspecto esencial del trabajo que se va a realizar en el puesto, hay muchas probabilidades de que los aspectos asociados con la carga musculosquelética estén en los primeros puestos de la lista de prioridades. La validez de este supuesto puede comprobarse en la fase de obtención de peticiones. Las peticiones importantes pueden, por ejemplo, estar asociadas con la tensión muscular y la fatiga, la necesidad de estirarse para alcanzar algo, la visibilidad o la facilidad de manipulación.
Es importante aceptar que tal vez no sea posible transformar todas las peticiones de los usuarios en especificaciones técnicas. Aunque las peticiones estén relacionadas con aspectos más sutiles, como la comodidad, pueden ser muy importantes y deberán tenerse en cuenta a lo largo del proceso.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Proceso de diseño de un puesto de trabajo: Obtención de las peticiones de los usuarios

Es fundamental identificar al usuario de un puesto de trabajo como miembro de una organización de producción que puede contribuir al diseño con sus opiniones cualificadas. Los usuarios pueden incluir, por ejemplo, trabajadores, supervisores, encargados de la planificación de la producción e ingenieros de producción, además del encargado de seguridad. La experiencia demuestra que todos estos trabajadores tienen un conocimiento personal que debe aprovecharse para el proceso.
La obtención de las peticiones del usuario deberá cumplir una serie de requisitos:

1. Apertura. No deberá aplicarse ningún filtro en la fase inicial del proceso. Todos los puntos de vista deberán tenerse en cuenta sin criticarse.
2. No discriminación. Las opiniones de cualquier categoría deberán tratarse de forma equitativa en esta fase del proceso. Deberá otorgarse una consideración especial al hecho de que algunas personas pueden estar más dispuestas a participar que otras y existe el riesgo de que no dejen participar a los demás.
3. Desarrollo a través del diálogo. Debe existir una oportunidad para ajustar y desarrollar las peticiones mediante un diálogo entre los participantes de distintas procedencias. La asignación de prioridades deberá formar parte del proceso.
4. Versatilidad. El proceso de recabar las peticiones de los usuarios deberá resultar razonable desde el punto de vista econó- mico y no debe exigir la participación de especialistas o un consumo excesivo de tiempo de los participantes.


La serie anterior de criterios puede cumplirse utilizando una metodología basada en el desarrollo de la función de calidad (QFD) de Sullivan (1986). Según este modelo, las peticiones del usuario pueden recogerse en una sesión en la que esté presente un grupo mixto de participantes compuesto por no más de ocho o diez personas. Todos los participantes recibirán una libreta con hojas adhesivas para notas. Se les pedirá que escriban todo lo que exigen de un puesto de trabajo, cada característica en una hoja de papel. Quedarán cubiertos los aspectos relacionados con el entorno de trabajo y la seguridad, la productividad y la calidad. Esta actividad puede prolongarse todo lo que haga falta, normalmente entre diez y quince minutos. Después de esta sesión, se pedirá a los participantes, uno a uno, que lean sus opiniones y peguen sus notas en la pizarra de la sala, para que todo el grupo pueda verlas. Las peticiones se agruparán por categorías naturales, como iluminación, dispositivos para levantar pesos, equipos de producción, cuestiones de distancias y de flexibilidad. Una vez terminada la ronda, el grupo tendrá la ocasión de discutir y comentar todas las peticiones, por catego- rías, según su importancia y prioridad.
El conjunto de peticiones de los usuarios, obtenido en un proceso como el descrito, constituye la base para desarrollar la especificación de las peticiones. Se puede obtener información adicional de otras categorías de trabajadores, por ejemplo, dise- ñadores de productos, ingenieros de calidad o economistas. Pero lo principal es darse cuenta de cuál es la contribución potencial de los usuarios en este contexto.

lunes, 6 de octubre de 2008

Proceso de diseño de un puesto de trabajo: Fases del proceso

En los procesos de diseño y ejecución de un puesto de trabajo siempre existe una necesidad inicial de informar a los usuarios y organizar el proyecto de forma que éstos tengan una participación plena, para que el resultado final sea aceptado por todos. El tratamiento de este objetivo no está dentro del ámbito de este artículo, que se centra en el problema de llegar a la solución idónea para el diseño físico del puesto de trabajo; sin embargo, el proceso de diseño permite la integración de dicho objetivo. En ese proceso siempre habrá que tener en cuenta las fases siguientes:
1. recabar las peticiones del usuario
2. establecer las prioridades de estas peticiones
3. transferir las peticiones a (a) especificaciones técnicas y (b)
especificaciones del usuario
4. desarrollar de forma iterativa el diseño físico del puesto de trabajo
5. materializar el proyecto
6. período de pruebas de la producción
7. producción plena
8. evaluar e identificar los problemas de descanso


En este artículo nos centramos en las primeras cinco fases. Muchas veces, sólo se tiene en cuenta un subconjunto de estas fases para diseñar un puesto de trabajo. Esto se debe a varios motivos. Si el puesto de trabajo tiene un diseño estándar, como sucede en algunas situaciones de trabajo con PVD (pantalla de visualización de datos), algunos de estos pasos pueden suprimirse. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la exclusión de algunos de los pasos de la lista da como resultado un puesto de calidad inferior a la que se consideraría aceptable. Este puede ser el caso cuando las limitaciones económicas o de tiempo son demasiado importantes, o cuando existe negligencia debido a la falta de conocimiento o previsión en los niveles directivos.

sábado, 4 de octubre de 2008

Un enfoque integral del diseño de los puestos de trabajo: Aspectos del diseño

Los puestos de trabajo están pensados para el trabajo. Hay que reconocer que el punto de partida en el proceso de diseño de un puesto de trabajo es pensar que hay que cumplir un objetivo de producción determinado. El diseñador, normalmente un ingeniero de producto o cualquier otro directivo de nivel intermedio, concibe una visión interna del puesto de trabajo y comienza a poner en práctica lo que ha visto con sus medios de planificación. El proceso es iterativo: desde un primer intento muy básico, las soluciones se van afinando cada vez más. Es esencial que el aspecto ergonómico se tenga en cuenta en cada iteración, a medida que avanza el trabajo.
No debe olvidarse que el diseño ergonómico de los puestos de trabajo está estrechamente relacionado con la evaluación ergonómica de los mismos. En realidad, la estructura que hay que seguir se aplica tanto a los puestos que ya existen como a la fase de planificación.
En el proceso de diseño existe la necesidad de una estructura que garantice que se han tenido en cuenta todos los aspectos relevantes. La forma tradicional de enfrentarse a esto es elaborando unas listas con una serie de variables que no deben olvidarse. Sin embargo, las listas generales suelen ser largas y difíciles de utilizar, ya que en una situación determinada de diseño puede que sólo sea necesaria una parte de dicha lista. Por otro lado, en una situación práctica de diseño, algunas variables destacan como más importantes que las demás. Es necesaria una metodología que considere todos estos factores conjuntamente, como la que se propone en este artículo.
Las recomendaciones para el diseño de un puesto de trabajo deben basarse en una serie de exigencias. Debe tenerse en cuenta que, en general, no basta con ajustarse a los valores umbral para las variables individuales. Un propósito combinado y aceptado de productividad y mantenimiento de la salud hace necesario ir más allá que en el diseño tradicional. La cuestión de las molestias musculosqueléticas, en particular, es un aspecto fundamental en muchas de las situaciones de la industria, aunque este tipo de problemas no esté limitado en absoluto al entorno industrial.



jueves, 2 de octubre de 2008

PUESTOS DE TRABAJO

Un enfoque integral del diseño de los puestos de trabajo

En ergonomía, el diseño del puesto de trabajo es una tarea fundamental. Se sabe que en cualquier entorno de trabajo, ya sea la oficina o el taller, un puesto de trabajo bien diseñado aumenta no sólo la salud y bienestar de los trabajadores, sino también la productividad y la calidad de los productos. Y a la inversa, un puesto mal concebido puede dar lugar a quejas relacionadas con la salud o a enfermedades profesionales crónicas y a problemas para mantener la calidad del producto y el nivel de productividaddeseado.
Para cualquier ergónomo, el párrafo anterior puede resultar trivial. También cualquier ergónomo reconocerá que la vida laboral en todo el mundo se caracteriza no sólo por la falta de aplicación de la ergonomía, sino por las patentes violaciones de sus principios básicos. Está bien claro que hay una gran falta de conciencia en lo relativo a la importancia del diseño del puesto de trabajo por parte de los responsables: ingenieros de produc- ción, supervisores y directivos.
Hay que destacar que existe una tendencia internacional rela- cionada con la labor industrial que parece subrayar la impor- tancia de los factores ergonómicos: el aumento en la exigencia de una mejor calidad, una mayor flexibilidad de la producción y la precisión en la entrega del producto. Estas exigencias no son compatibles con el punto de vista tradicional que se aplica al diseño de los puestos de trabajo.
Aunque en la actualidad son los factores físicos del puesto del trabajo los que suponen la preocupación principal, debe tenerse en cuenta que el diseño físico del puesto de trabajo no puede separarse, en la práctica, de la organización de la tarea. Este principio quedará claro en el proceso de diseño descrito a continuación. La calidad del resultado final del proceso se apoya en tres puntos: el conocimiento ergonómico, su integración con las exigencias de productividad y calidad, y la participación. El proceso de ejecución de un nuevo puesto de trabajo debe favorecer esta integración y constituye el punto central de este artículo.