sábado, 24 de agosto de 2013

Inestabilidad espacial (centelleo de la imagen)

La imagen de la pantalla debe mantenerse estable espacialmente. Se considera que esto se cumple cuando la oscilación de la posición geométrica, c, de un elemento pictográfico en la pantalla no excede de 0,0002 mm por cada mm de de distancia de visión nominal, d, a la pantalla, (c < 0,02% de la distancia d).
Lo anterior debe cumplirse para el rango de frecuencias de centelleo comprendido entre 0,5 Hz y 30 Hz.

viernes, 23 de agosto de 2013

Inestabilidad temporal (parpadeo de la imagen)

La imagen de la pantalla debe verse libre de parpadeos por al menos el 90% de la población de usuarios.

jueves, 22 de agosto de 2013

Codificación mediante intermitencia

Cuando se utilice únicamente para atraer la atención se recomienda una frecuencia de 1,5 a 5 Hz, y un ciclo operatorio del 50% ( Co = 0,5 Ct ).
Cuando se requiera la legibilidad de los símbolos durante la intermitencia se recomienda un rango de intermitencia simple de 1/3 a 1 Hz, con un ciclo operatorio del 70% ( Cop.= 0,7 Ct ).
Se recomienda que exista la posibilidad de suprimir la intermitencia del cursor.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Codificación por diferencia de luminancia

Las áreas o partes codificadas exclusivamente por niveles distintos de luminancia (por ejemplo, distintas partes de un texto) deben tener al menos una relación de luminancias de 1,5:1.

martes, 20 de agosto de 2013

Uniformidad de la luminancia en pantalla

La variación de luminancia desde el centro de la pantalla hasta el borde de cualquier zona de la misma no deberá exceder la relación 1,7:1. Este requerimiento no se aplica a las pantallas en color.

lunes, 19 de agosto de 2013

Uso de un descanso para las palmas de las manos

El descanso para las palmas de las manos (a veces denominado apoya muñecas) está diseñado para ofrecer apoyo durante las pausas, no mientras escribe o usa el dispositivo señalador. Al escribir o usar el dispositivo señalador, permita que las muñecas se muevan libremente, no las inmovilice ni apoye en el descanso, la superficie de trabajo o las rodillas. Si apoya las palmas de la mano mientras escribe, puede dañarse, ya que se verá obligado a doblar mucho las muñecas y los dedos, y restringirá su movimiento. Además, puede ejercer presión en la parte inferior de las muñecas. Consulte la sección Antebrazos, muñecas y manos en la página 14.

domingo, 18 de agosto de 2013

Apoya brazos

Algunas sillas ofrecen áreas con almohadillas para apoyar los brazos. Le puede resultar cómodo apoyar los antebrazos en estas almohadillas mientras escribe, utiliza un dispositivo señalador o hace una pausa. Si la superficie de trabajo es lo suficientemente profunda, le puede resultar cómodo utilizarla como área de soporte (ubicando el monitor y el teclado en la parte posterior de manera que disponga de un espacio amplio para los antebrazos).
Los apoya brazos de la silla o superficie de trabajo están ajustados correctamente para escribir cuando los hombros están relajados, los antebrazos se apoyan uniformemente y pueden moverse libremente al escribir, y las muñecas se encuentran en una posición neutra y cómoda. Los apoya brazos no estarán ajustados correctamente si los hombros están encogidos o caídos, cuando sienta presión en uno o ambos codos, cuando los codos se encuentren extendidos hacia los lados, cuando las muñecas, los antebrazos o los codos estén en una posición fija al escribir o cuando las muñecas se encuentren excesivamente dobladas.
CORRECTO
Los apoya brazos están ajustados correctamente cuando los hombros están relajados, los brazos pueden apoyarse (y moverse libremente al escribir) y las muñecas se encuentran en una posición neutra y cómoda.
Apoya



Otra opción es utilizar los apoya brazos sólo al hacer descansos, permitiendo que los antebrazos y las manos se muevan libremente al escribir y utilizar un dispositivo señalador. En este caso, el apoya brazos estará ajustado correctamente cuando se encuentre ligeramente por debajo de la posición de escritura del antebrazo, pero lo suficientemente cerca para que esté a mano durante las pausas (por ejemplo, cuando está leyendo algo en la pantalla). Experimente a distintas alturas con el brazo para
decidir qué posición le resulta más cómoda. Guíese por la comodidad de su cuello, hombros, codos, brazos y muñecas.

sábado, 17 de agosto de 2013

Apoya brazos y descanso para las palmas de las manos

EVITE ESTAS POSICIONES
Los apoya brazos no deben obligarle a:
● Encoger o dejar caer los hombros.
● Apoyarse excesivamente en uno de los codos o en ambos.
● Extender los codos hacia los lados.
● Mantener inmovilizados los antebrazos, las muñecas y las manos mientras escribe.
● Doblar de manera pronunciada los antebrazos, muñecas y manos.
● Sentarse demasiado lejos del teclado o del dispositivo señalador.
SUGERENCIA
Sólo para pausas
Los descansos para las palmas de las manos sólo deben utilizarse durante las pausas, cuando no está
escribiendo o usando el dispositivo señalador.
Es posible que el soporte para los antebrazos o las manos le permita adoptar una posición más cómoda
y relajada.

viernes, 16 de agosto de 2013

Uso cómodo de una bandeja para el teclado

Si usa una bandeja para el teclado, asegúrese de que sea lo suficientemente ancha como para ubicar el dispositivo señalador, por ejemplo, un mouse o una bola de seguimiento. De lo contrario, probablemente colocará el mouse en el escritorio, más arriba y alejado del teclado. En consecuencia, deberá estirarse hacia adelante con frecuencia para alcanzar el mouse, adoptando una posición
incómoda para el trabajo.

jueves, 15 de agosto de 2013

Alineación del mouse y del teclado

Al utilizar un mouse o una bola de seguimiento desmontable, coloque el dispositivo justo a la derecha
o la izquierda del teclado y cerca de su borde frontal. Evite colocar el dispositivo demasiado alejado de
la parte lateral del teclado o hacia su borde posterior, debido a que es posible que estas posiciones le
exijan doblar las muñecas de manera pronunciada hacia los lados o estirarlas demasiado (consulte la
sección Estilo para usar el dispositivo señalador en la página 32).
También puede resultarle cómodo ubicar el mouse entre su cuerpo y el borde frontal del teclado; en
este caso, es necesario que el escritorio sea lo suficientemente profundo como para colocar el monitor
y el teclado en la parte posterior, de manera que pueda apoyar por completo los antebrazos en la
superficie de trabajo (consulte la sección Apoya brazos en la página 23).
CORRECTO
Coloque el dispositivo señalador justo al lado del teclado y cerca de su borde frontal.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Ajuste de la altura e inclinación del teclado

La altura del codo debe coincidir prácticamente con la de la hilera del medio del teclado (consulte la sección Hombros y codos en la página 13). Ajuste la elevación del teclado de modo que los antebrazos, las muñecas y las manos se encuentren en una posición neutra y cómoda. Para algunos usuarios es mucho más cómodo trabajar con el teclado en la posición más baja y los codos a una altura ligeramente superior a la de la hilera del medio del teclado.

martes, 13 de agosto de 2013

Se habla de desactivación metabólica

Se habla de desactivación metabólica cuando una molé cula activa o tóxica se convierte en un metabolito menos activo. Este fenómeno se da generalmente durante las reacciones de la Fase 2. En algunos casos un metabolito desactivado puede reactivarse, por ejemplo mediante escisió n enzimá tica.

lunes, 12 de agosto de 2013

Metabolismo

Metabolismo es una palabra que suele utilizarse indistintamente con biotransformació n. Indica las reacciones químicas de descomposició n o síntesis que se producen en el cuerpo gracias a la acció n catalizadora de las enzimas. En el organismo se metabolizan los nutrientes procedentes de los alimentos, los compuestos endó genos y los xenobió ticos.
Se habla de activación metabólica cuando un compuesto menos reactivo se convierte en una molé cula má s reactiva. Este fenómeno se da generalmente durante las reacciones de la Fase 1.

domingo, 11 de agosto de 2013

Biotransformación

La biotransformación es un proceso que lleva a una conversión metabó lica de los compuestos extrañ os (xenobió ticos) presentes en el organismo. Suele denominarse también metabolismo de xenobió ticos. Por regla general, el metabolismo convierte los xenobió ticos liposolubles en grandes metabolitos hidrosolubles que pueden excretarse con facilidad.
La biotransformació n se realiza principalmente en el hígado. Todos los xenobió ticos captados en el intestino son transpor- tados al hígado por un ú nico vaso sanguíneo (la vena porta).
Cuando se capta en pequeñ as cantidades, una sustancia extrañ a puede metabolizarse completamente en el hígado antes de llegar
a la circulació n general y a otros ó rganos (efecto de primer paso). Los xenobió ticos inhalados se distribuyen por la circulación general hasta llegar al hígado. En ese caso só lo se metaboliza en el hígado una fracció n de la dosis antes de llegar a otros ó rganos.
Las cé lulas hepá ticas contienen diversas enzimas que oxidan los xenobió ticos. Por lo general, esa oxidació n activa el compuesto —lo hace má s reactivo que la molé cula precursora. En la mayoría de los casos, el metabolito oxidado vuelve a ser metabolizado por otras enzimas en una segunda fase. Esas enzimas conjugan el metabolito con un sustrato endó geno, de manera que la molé cula se hace má s grande y má s polar, lo cual facilita la excreció n.
Tambié n en otros ó rganos como el pulmó n y el riñ ó n hay enzimas que metabolizan los xenobió ticos. En esos ó rganos pueden desempeñ ar funciones específicas y cualitativamente importantes en el metabolismo de determinados xenobió ticos. A veces metabolitos formados en un ó rgano se metabolizan aú n má s en otro. Tambié n pueden participar en la biotransforma- ció n las bacterias intestinales.
Los metabolitos de xenobió ticos pueden excretarse por los riñ ones o a travé s de la bilis. Pueden exhalarse tambié n a travé s de los pulmones, o unirse a molé culas endó genas del organismo. Entre biotransformació n y toxicidad hay una relació n compleja. Puede entenderse la biotransformació n como un proceso necesario para la supervivencia. Protege al organismo de la toxicidad impidiendo que se acumulen en é l sustancias nocivas. Sin embargo, en ese proceso pueden formarse, como productos intermedios, metabolitos reactivos que son potencial- mente nocivos. Este fenó meno se denomina activació n metabó - lica. De esta manera, la biotransformació n puede tambié n inducir toxicidad. Metabolitos intermedios oxidados que no se conjugan pueden unirse a estructuras celulares y dañ arlas. Cuando por ejemplo un metabolito de xenobió tico se une al ADN puede inducirse una mutació n (vé ase “Toxicología gené - tica”). Si el sistema de biotransformació n está sobrecargado, puede producirse una destrucció n masiva de proteínas esenciales o de membranas lipídicas. Y ello puede desembocar en muerte celular (vé ase “Lesió n celular y muerte celular”).

sábado, 10 de agosto de 2013

Los modelos fisiológicos

gicos y anató micos y otros datos independientes. Despué s el modelo se depura y se valida mediante su comparació n con datos experimentales. Una ventaja de los modelos fisioló gicos es que pueden utilizarse para realizar extrapolaciones. Por ejemplo, puede predecirse la influencia de la actividad física en la captació n y disposició n de sustancias inhaladas a partir de ajustes fisioló gicos conocidos de la ventilació n y el gasto cardíaco. Un inconveniente es que requieren una gran cantidad de datos independientes.


viernes, 9 de agosto de 2013

Modelos toxicocinéticos

Los modelos matemá ticos son instrumentos importantes para entender y describir la captació n y disposició n de sustancias extrañ as. Estos modelos son en su mayoría compartimentales, es decir, representan al organismo dividido en uno o má s comparti- mentos. Un compartimento es un volumen química y físicamente teó rico en el que se supone que la sustancia se distribuye de manera homogé nea e instantá nea. Los modelos sencillos pueden expresarse como una suma de té rminos exponenciales, mientras que los má s complicados exigen efectuar procedimientos numé - ricos en ordenador para resolverlos. Los modelos pueden subdivi- dirse en dos categorías: descriptivos y fisioló gicos.
En los modelos descriptivos, el ajuste a los datos medidos se realiza modificando los valores numé ricos de los pará metros del modelo o incluso la propia estructura de é ste. La estructura del modelo normalmente tiene poco que ver con la estructura del organismo. Las ventajas del enfoque descriptivo son que se realizan pocos supuestos y que no se necesitan datos adicionales. Un inconveniente es que no son demasiado ú tiles para efectuar extrapolaciones.

jueves, 8 de agosto de 2013

Otras rutas de excreción

Algunas sustancias, como los disolventes orgá nicos y productos de descomposició n como la acetona, son lo suficientemente volá tiles para que una fracció n considerable pueda excretarse en el aire espirado despué s de la inhalació n. Pequeñ as molé culas hidrosolubles y también liposolubles se segregan fá cilmente al feto a travé s de la placenta y a la leche en los mamíferos. Para la madre, la lactancia puede ser una ruta excretora cuantitativamente importante en el caso de sustancias liposolubles persistentes. Los hijos pueden estar expuestos secun- dariamente a travé s de la madre durante el embarazo y durante la lactancia. Los compuestos hidrosolubles pueden excretarse hasta cierto punto en el sudor y la saliva, pero estas rutas son en general de escasa importancia. No obstante, como se produce y se traga un gran volumen de saliva, la excreció n por esta vía puede contribuir a la reabsorció n del compuesto. Algunos metales como el mercurio se excretan unié ndose de manera permanente a los grupos sulfhidrilo de la queratina presente en el pelo.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Etapas de la determinación de riesgos

Para determinar las propiedades de los contaminantes que puedan hallarse presentes en el lugar de trabajo hay que consultar con la fuente principal de esta información, que es el proveedor del material. Muchos proveedores proporcionan a sus clientes una ficha técnica de seguridad que contiene datos sobre la identidad de los materiales que forman un producto y aporta información sobre los límites de exposición y toxicidad.
Hay que determinar si hay algún límite de exposición publi- cado, como un valor límite umbral (TLV), límite de exposición permisible, concentración máxima admisible o cualquier otro límite de exposición o estimación de toxicidad de los contami- nantes de que se disponga. Es preciso averiguar si se conoce un valor de concentración inmediatamente peligrosa para la vida o la salud (IDLH) del contaminante. Cada equipo de protección respiratoria tiene alguna limitación de uso basada en el grado de exposición. Hace falta algún tipo de límite para determinar si el equipo de protección respiratoria proporcionará una protección suficiente.
Hay que averiguar si hay alguna norma sanitaria legalmente obligatoria que afecte al contaminante de que se trate (como las hay para el plomo o el amianto). En caso afirmativo, puede haber equipos de protección respiratoria obligatorios que ayuden a estrechar el abanico de selección. El estado físico del contaminante es una característica impor- tante. Si se trata de un aerosol, hay que determinar o estimar el tamaño de las partículas. También es importante la presión de vapor de los aerosoles a la temperatura máxima prevista del medio ambiente de trabajo.
Hay que determinar si el contaminante presente puede absor- berse a través de la piel, provocar insensibilización de ésta o ser irritante o corrosivo para los ojos o la piel. En el caso de conta- minantes gaseosos o en forma de vapor, hay que averiguar si hay alguna concentración que produce un olor, sabor o irritación conocidos.
Una vez conocida la identidad del contaminante, es preciso determinar su concentración. Esto suele hacerse recogiendo el
material en una muestra de medio y analizándolo en el laboratorio. A veces la evaluación puede hacerse estimando exposiciones, como se describe a continuación.

martes, 6 de agosto de 2013

Propuesta de procedimiento de elección de equipo de protección respiratoria

Para elegir un equipo de protección respiratoria hay que analizar cómo se utilizará y conocer las limitaciones de cada tipo. Son consideraciones generales lo que hará el trabajador, la forma de utilizar el equipo de protección respiratoria, la ubicación del trabajo y cualesquiera limitaciones que el equipo de protección respiratoria pueda imponer al trabajo, como se ilustra esquemáti- camente en la Figura 31.19.

Para elegir el equipo de protección respiratoria adecuado, hay que tener en cuenta la actividad del trabajador y su situación dentro de la zona peligrosa (por ejemplo, hay que saber si estará dentro de la zona peligrosa continuamente o de forma intermi- tente durante el turno de trabajo y si el trabajo es ligero, medio
o pesado). En el caso de uso continuo y trabajo pesado, sería preferible utilizar un equipo de protección respiratoria de peso ligero.
Las condiciones ambientales y el grado de esfuerzo que deba realizar el usuario del equipo de protección respiratoria pueden afectar a la duración de éste. Así, el esfuerzo físico extremo puede hacer que el usuario agote la reserva de aire de un equipo de protección respiratoria autónomo, cuya duración en servicio se reducirá a la mitad o menos.
Un factor importante que debe tenerse en cuenta es el tiempo durante el cual debe llevarse equipo de protección respiratoria. También hay que prestar atención al tipo de tarea que debe realizarse con el equipo de protección respiratoria: rutinaria, no rutinaria, de urgencia o de salvamento.
Hay que considerar también la localización del área peligrosa en relación con el área segura en la que hay aire respirable. Este conocimiento permitirá planificar la salida de los trabajadores en caso de emergencia y la entrada para realizar operaciones de mantenimiento y salvamento. Si hay mucha distancia hasta la zona con aire respirable o si el trabajador necesita sortear obstá- culos o subir escaleras, los equipos de aire suministrado pueden no ser buena idea.
Si hay posibilidades de deficiencia de oxígeno, hay que medir el contenido de oxígeno del espacio de trabajo de que se trate. La clase de equipo de protección respiratoria que puede utili- zarse (de purificación o suministro de aire) dependerá de la presión parcial de oxígeno. Como los purificadores de aire sólo limpian el aire, debe haber suficiente oxígeno en la atmósfera para mantener la vida.
Para elegir el equipo de protección respiratoria, es necesario examinar cada operación a fin de cerciorarse de los posibles riesgos (determinación de riesgos) y elegir un tipo o clase de equipo que proporcione una protección adecuada.




domingo, 4 de agosto de 2013

Gafas y otros equipos protectores

Algunos trabajadores usan gafas para ver y, en determinados medios industriales, hay que llevar gafas de seguridad, normales o de montura ajustada para proteger los ojos de las partículas volantes. Al llevar un equipo de protección respiratoria de tipo semimáscara, las gafas pueden interferir con el ajuste del equipo de protección respiratoria en la zona del puente de la nariz. Si se utiliza una máscara completa, las patillas interrumpirán la super- ficie de cierre y provocarán fugas.
A continuación se proponen algunas soluciones para estas dificultades. Si se usa semimáscara, primero se realiza una prueba de ajuste durante la cual el trabajador debe llevar las gafas o elementos protectores que puedan interferir con el funcionamiento del equipo de protección respiratoria. El ensayo de ajuste sirve para demostrar que las gafas u otros accesorios no interfieren con el funcionamiento del equipo de protección respiratoria.
En el caso de los equipos de protección respiratoria de máscara completa, las opciones posibles son utilizar lentes de contacto o gafas especiales montadas dentro de la mascarilla
(casi todos los fabricantes proporcionan monturas especiales con este fin). En ocasiones se ha pensado que no deben utilizarse lentes de contacto con equipos de protección respiratoria, pero la investigación ha demostrado que los trabajadores pueden usar las dos cosas al mismo tiempo sin ninguna dificultad.

sábado, 3 de agosto de 2013

Pelo facial

El pelo facial puede plantear un problema práctico a la hora de gestionar un programa de equipos de protección respiratoria. Algunos trabajadores llevan barba por motivos estéticos y a otros les resulta difícil afeitarse porque sufren una afección médica que hace que el pelo se curve y crezca hacia el interior de la piel después del afeitado. Al inhalar, se instaura dentro del equipo de protección respiratoria una presión negativa y, si el cierre con la cara no es estanco, pueden penetrar contaminantes; esto afecta tanto a los equipos de protección respiratoria purificadores como
a los de suministro de aire. La dificultad estriba en cómo ser ecuánime y permitir a los trabajadores que lleven barba o bigote
y, al mismo tiempo, proteger su salud.
Varios estudios de investigación demuestran que el pelo facial en la superficie de cierre de un equipo de protección respiratoria estanco provoca fugas excesivas. Estos estudios demuestran también que la magnitud de las fugas provocadas por el pelo es tan variable que no es posible determinar si los trabajadores recibirán protección adecuada, incluso si los equipos de protec- ción respiratoria se han ajustado a la medida. Esto significa que un trabajador con barba o bigote equipado con un equipo de protección respiratoria estanco podría no quedar suficiente- mente protegido.
El primer paso para resolver este problema consiste en deter- minar si puede utilizarse un equipo de ajuste suelto. Por cada tipo de equipo de protección respiratoria de ajuste estanco
—salvo los equipos de protección respiratoria autónomos y los mixtos de evacuación y semiautónomos— hay otro de ajuste suelto que proporciona una protección similar.
Otra opción consiste en destinar a los trabajadores afectados a puestos que no exijan el uso de equipo de protección respira- toria. La última opción posible es obligar al trabajador a afei- tarse. Si al trabajador le resulta difícil esta solución por motivos de salud, en la mayor parte de los casos se puede encontrar una solución médica que le permita afeitarse y utilizar equipo de protección respiratoria.

viernes, 2 de agosto de 2013

Dificultades que afectan a los programas de equipos de protección respiratoria

Hay varios aspectos de uso del equipo de protección respiratoria que pueden dificultar la gestión de un programa de equipos de protección respiratoria, como el pelo facial y la compatibilidad con gafas y otros equipos protectores utilizados junto con el equipo de protección respiratoria.

jueves, 1 de agosto de 2013

Control biológico y biomarcadores de la exposición

El control biológico permite obtener una estimación de la dosis y, por consiguiente, suele considerarse superior al control ambiental. Sin embargo, la variabilidad de los índices que se emplean para el control Biológico puede ser considerable incluso en una misma persona. Para obtener una estimación aceptable de la dosis a la que se ve expuesta un trabajador, tienen que reali- zarse mediciones repetidas y el esfuerzo de medición puede llegar
a ser mayor que el del control ambiental.
Este hecho se ilustra con un interesante estudio sobre los trabajadores de una fábrica de barcos de plástico reforzado con fibra de vidrio (Rappaport y cols. 1995). La variabilidad de la exposición al estireno se evaluó midiendo repetidamente el contenido ambiental de estireno. Se midió el contenido de esti- reno en el aire exhalado por los trabajadores expuestos, así como los intercambios de cromátidas hermanas. Se demostró que un estudio epidemiológico que utilizase el estireno ambiental como medida de la exposición sería más eficiente, en términos del número de mediciones necesarias, que un estudio que utilizase los otros índices de exposición. Para medir el estireno en el aire se realizaron tres mediciones repetidas, a fin de calcular la expo- sición media a largo plazo con una precisión determinada. Para medir el estireno en el aire exhalado se realizaron cuatro medi- ciones repetidas en cada trabajador, mientras que para deter- minar los intercambios de cromátidas hermanas se realizaron 20 mediciones repetidas. Esta observación se explica por la relación entre señal y ruido, determinada por la variabilidad en la exposi- ción de un día a otro y de un trabajador a otro, que fue más favorable en el caso del estireno ambiental que para los dos biomarcadores de la exposición. Así pues, aunque la relevancia biológica de un cierto indicador de la exposición sea óptima, el resultado de un análisis de exposición-respuesta puede seguir siendo insatisfactorio debido a una menor relación entre señal y ruido, que introduce un error de clasificación incorrecta.
Droz (1991) aplicó modelos farmacocinéticos para estudiar las ventajas de los métodos de evaluación de la exposición basados en la toma de muestras del aire comparados con los métodos de control Biológico dependientes de la semivida del agente. Demostró que el control biológico se ve también muy afectado por la variabilidad biológica, que no está relacionada con la variabilidad del ensayo toxicológico. Sugirió que el uso de indi- cadores biológicos no ofrece ninguna ventaja estadística cuando la semivida del agente considerado es inferior a unas diez horas. Aunque parece más adecuado medir la exposición ambiental en lugar de un indicador biológico de su efecto por la variabi- lidad de la variable medida, se pueden encontrar otros argu- mentos en favor del uso de un biomarcador, incluso cuando eso suponga un mayor esfuerzo de medición, como cuando existe una considerable exposición dérmica. Para agentes como los pesticidas y algunos disolventes orgánicos, la exposición dérmica puede tener mayor relevancia que la exposición ambiental. Un biomarcador de la exposición incluiría esta vía de exposición, mientras que la medición de la exposición dérmica es compleja
y sus resultados no son fáciles de interpretar (Boleij y cols. 1995). Los primeros estudios de trabajadores agrícolas en los que se utilizaron “parches” para evaluar la exposición dérmica detec- taron importantes cantidades de pesticidas en la superficie corporal, dependiendo de las tareas que realizaba cada traba- jador. Sin embargo, debido a la escasa información disponible sobre la absorción por la piel, todavía no pueden utilizarse los perfiles de exposición para calcular una dosis interna.
Los biomarcadores pueden ofrecer también ventajas conside- rables en la epidemiología del cáncer. Cuando un biomarcador es un marcador precoz del efecto, su uso puede tener como resultado la reducción del período de seguimiento. Aunque todavía tienen que realizarse estudios de validación, los biomar- cadores de la exposición o de la sensibilidad individual podrían dar lugar a estudios epidemiológicos más potentes y a estima- ciones más precisas del riesgo.



miércoles, 31 de julio de 2013

Control de la exposición y predicción de la dosis (II)

La información anterior se ha utilizado principalmente para extraer conclusiones sobre los tiempos medios adecuados para medir la exposición y a efectos de cumplimiento de los requisitos legales. Desde que se publicaron los artículos de Roach, se acepta que, para estimar la exposición a irritantes, deben tomarse muestras puntuales durante cortos intervalos medios de tiempo, mientras que para los agentes con semivida larga, como el amianto, tiene que estimarse la exposición media acumulada durante un período de tiempo largo. No obstante, hay que tener presente que la dicotomización entre estrategias de muestreo puntual y estrategias de exposición media acumulada durante ocho horas, según se ha adoptado en muchos países para cumplir los requisitos legales, constituye una aplicación extrema- damente simple de los principios biológicos descritos.
En el artículo de Wegman y cols. (1992) se ofrece un ejemplo de cómo mejorar una estrategia de evaluación de la exposición basándose en los principios farmacocinéticos en el campo de la epidemiología. Estos autores aplicaron una interesante estrategia de evaluación de la exposición utilizando dispositivos de vigi- lancia continua para medir las exposiciones pico del personal al polvo y relacionarlas con síntomas respiratorios reversibles agudos cada 15 minutos. Un problema conceptual de este tipo de estudios, que los autores comentan con detalle en su artículo, es la definición de lo que es una exposición pico relevante para la salud. La definición del pico dependerá a su vez de considera- ciones biológicas. Rappaport (1991) formula dos requisitos para que las exposiciones pico tengan importancia etiológica en el proceso de la enfermedad: (1) el agente se elimina rápidamente del organismo, y (2) existe una velocidad no lineal de daño bioló- gico durante una exposición pico. Las velocidades no lineales de daño biológico pueden estar relacionadas con cambios en la absorción, que a su vez están relacionados con los niveles de exposición, la sensibilidad del huésped, la sinergia con otras exposiciones, la participación de otros mecanismos de enfer- medad a exposiciones más elevadas o niveles umbral para la progresión de la enfermedad.
Estos ejemplos indican también que los enfoques farmacoci- néticos pueden servir para fines distintos de la estimación de la dosis. Los resultados de los modelos farmacocinéticos pueden utilizarse también para analizar la relevancia biológica de los índices de exposición existentes y para diseñar nuevas estrategias de evaluación de la exposición relevante para la salud.
Los modelos farmacocinéticos de la exposición pueden generar, asimismo, estimaciones de la dosis real en el órgano diana. Por ejemplo, en el caso del ozono, un gas irritante agudo, se han desarrollo modelos que predicen la concentración tisular en las vías respiratorias como función de la concentración media del ozono en el aire contenido en el pulmón a una cierta

distancia de la tráquea, el radio de las vías respiratorias, la velo- cidad media del aire, la dispersión efectiva y el flujo de ozono del aire a la superficie del pulmón (Menzel 1987; Miller y Overton 1989). Este tipo de modelos pueden utilizarse para predecir la dosis de ozono en una región concreta de las vías respiratorias, dependiendo de las concentraciones ambientales de ozono y de las pautas de respiración.
En la mayoría de los casos, la estimación de la dosis en el órgano diana se basa en información sobre la pauta de exposi- ción a lo largo del tiempo, los antecedentes profesionales y la información farmacocinética sobre la absorción, distribución, eliminación y transformación del agente. Todo el proceso puede describirse mediante una serie de ecuaciones que se resuelven matemáticamente. Muchas veces no se dispone de información sobre los parámetros farmacocinéticos en el ser humano y tienen que utilizarse estimaciones de los parámetros derivadas de expe- rimentos animales. Existen ya varios ejemplos del uso de los modelos farmacocinéticos de la exposición para calcular las dosis. Las primeras referencias bibliográficas al uso de modelos para convertir los datos sobre la exposición en estimaciones de la dosis se remontan al artículo de Jahr (1974).
Aunque, en términos generales, las estimaciones de las dosis no se han validado y han tenido una aplicación limitada en los estudios epidemiológicos, se espera que la nueva generación de índices de exposición o dosis dé lugar a un análisis óptimo de la relación exposición-respuesta en los estudios epidemiológicos
(Smith 1985, 1987). Un problema que todavía no se ha abor- dado en los modelos farmacocinéticos es el de las grandes dife- rencias que existen en la cinética de los agentes tóxicos en distintas especies y, por consiguiente, los efectos de la variación de los parámetros farmacocinéticos en distintas personas son de gran interés (Droz 1992).

martes, 30 de julio de 2013

Control de la exposición y predicción de la dosis (I)

Lamentablemente, el número de datos cuantitativos sobre muchos tipos de exposición es insuficiente para predecir el riesgo de desarrollar determinado efecto. Ya en 1924, Haber postuló que la gravedad del efecto en la salud (H) es proporcional al producto de la concentración de la exposición (X) y la duración de la exposición (T):
H= XT
La ley de Haber, que es como se denomina, constituyó la base para desarrollar la idea de que las mediciones de la exposición media ponderada en el tiempo (TWA) —es decir, mediciones realizadas y promediadas durante un cierto período de tiempo— serían una medida útil de la exposición. Este supuesto sobre la validez de la media ponderada en el tiempo se ha cuestionado durante muchos años. En 1952, Adams y sus colaboradores afir- maron que “no existe ningún fundamento científico que justifique el uso de la media ponderada en el tiempo para integrar exposi- ciones variables ...” (en Atherly 1985). El problema es que muchas relaciones son más complejas que la relación que repre- senta la ley de Haber. Existen muchos ejemplos de agentes cuyos efectos dependen más de su concentración que de la duración de la exposición. Por ejemplo, los estudios de laboratorio han apor- tado interesantes evidencias de que en ratas expuestas a tetraclo- ruro de carbono, la pauta de exposición (continua frente a intermitente y con o sin picos) así como la dosis pueden modificar el riesgo observado de que las ratas experimenten cambios en la concentración de enzimas hepáticas (Bogers y cols. 1987). Otro ejemplo es el de los bioaerosoles, como la enzima -amilasa, un mejorador de la masa que puede causar enfermedades alérgicas a los trabajadores de la industria panadera (Houba y cols. 1996). No se sabe si el riesgo de desarrollar esta enfermedad depende principalmente de las exposiciones pico, de la exposición media o del nivel acumulado de exposición (Wong 1987; Checkoway y Rice 1992). No se dispone de información sobre las pautas temporales de la mayoría de los agentes, especialmente de los agentes que tienen efectos crónicos.


Los primeros modelos de las pautas de exposición y la estima- ción de la dosis fueron publicados en los decenios de 1960 y
1970 por Roach (1966; 1977). Roach demostró que la concen- tración de un agente alcanza un valor de equilibrio en el receptor tras una exposición de duración infinita, porque la eliminación contrarresta la absorción del agente. En una exposi- ción de ocho horas, este nivel de equilibrio puede alcanzar un valor del 90 % si la semivida del agente en el órgano diana es inferior a unas dos horas y media. Esto indica que la dosis en el órgano diana de los agentes con semivida corta está determi- nada por una exposición inferior a ocho horas. La dosis en el órgano diana es una función del producto del tiempo de exposi- ción y la concentración de agentes con semivida larga. Rappa- port (1985) ha aplicado un enfoque similar aunque más elaborado, y ha demostrado que la variabilidad de la exposición dentro de un mismo día tiene una influencia limitada cuando se trata de agentes con semivida larga. Introdujo el término efecto amortiguador en el receptor.

lunes, 29 de julio de 2013

FUNDAMENTOS BIOLOGICOS PARA • EVALUAR LA EXPOSICION (III)

El modelo básico de exposición-respuesta puede esquemati- zarse de la siguiente forma
exposición  absorción  distribución, eliminación, transformación  dosis en el órgano diana objetivo  fisiopatología  efecto
Dependiendo del agente, las relaciones entre exposición-ab- sorción y exposición-ingesta pueden ser complejas. Para muchos gases pueden realizarse aproximaciones sencillas basadas en la concentración atmosférica del agente durante una jornada de trabajo y en la cantidad de aire inhalado. Para el muestreo del polvo debe tenerse en cuenta, además, que el depósito de las partículas es función de su tamaño. Las consideraciones sobre el tamaño pueden aumentar también la complejidad de la

relación. En el capítulo Sistema respiratorio se facilitan más detalles sobre el aspecto de la toxicidad respiratoria.
La valoración de la exposición y la dosis es un elemento de la valoración cuantitativa del riesgo. Los métodos de evaluación del riesgo para la salud suelen constituir la base para establecer los límites de exposición correspondientes a los niveles de emisión de agentes tóxicos en el aire que se definen en las normas ambientales y laborales. El análisis del riesgo para la salud proporciona una estimación de la probabilidad (riesgo) de que ocurran determinados efectos en la salud o una estimación del número de casos con esos efectos. El análisis del riesgo para la salud permite establecer una concentración aceptable de un agente tóxico en el aire, el agua o los alimentos, dada una magnitud de riesgo aceptable elegida a priori. El análisis cuanti- tativo del riesgo ha encontrado una aplicación en la epidemio- logía del cáncer, lo que explica la importancia que se concede a la evaluación retrospectiva de la exposición. Sin embargo, otras estrategias más elaboradas de evaluación de la exposición se aplican también a evaluaciones tanto prospectivas como retros- pectivas de la misma. Los principios de la evaluación de la expo- sición se han aplicado también al estudio de otros efectos, como las enfermedades respiratorias benignas (Wegman y cols. 1992; Post y cols. 1994). En este momento, predominan dos líneas de investigación. Una de ellas utiliza estimaciones de la dosis obte- nidas de la información procedente de las mediciones ambien- tales, y la otra se basa en los biomarcadores como medidas de la exposición.

domingo, 28 de julio de 2013

FUNDAMENTOS BIOLOGICOS PARA • EVALUAR LA EXPOSICION (II)

La pauta de exposición continua, intermitente, con o sin picos agudos puede ser también relevante. Es importante tenerla en cuenta tanto para los estudios epidemiológicos como para las mediciones ambientales que se utilizan para observar el cumplimiento de las normas sanitarias y los controles ambien- tales en el marco de los programas de prevención y control. Por ejemplo, si un efecto en la salud está causado por exposiciones pico, estos picos deben ser medidos para que puedan ser contro- lados. Las observaciones que sólo facilitan datos sobre exposi- ciones medias durante largos períodos de tiempo no tiene gran utilidad, puesto que los valores de desviación de los picos pueden quedar ocultos por la obtención del valor promedio y, desde luego, no pueden controlarse en el momento en que ocurren.
Muchas veces se desconoce la exposición o la dosis biológica- mente relevante para un determinado efecto, porque las pautas de ingesta, absorción, distribución y eliminación, o los meca- nismos de biotransformación, no se conocen con suficiente detalle. Tanto el conocimiento de la velocidad a la que un agente entra y abandona el organismo (cinética) como el de los procesos bioquímicos que sufre la sustancia (biotransformación) ayudan a determinar las relaciones entre exposición, dosis y efecto.
El control ambiental consiste en la medición y evaluación de los agentes presentes en el lugar de trabajo para evaluar la expo- sición ambiental y los consiguientes riesgos para la salud. El control biológico consiste en la medición y evaluación de los agentes presentes en el lugar de trabajo o de sus metabolitos en los tejidos, secreciones o excreciones para evaluar la exposición y los riesgos para la salud. Algunas veces se utilizan biomarcadores, como aductos del ADN, para medir la exposición. Los biomar- cadores sirven también como indicadores de los mecanismos del propio proceso de la enfermedad, pero este es un tema complejo que se aborda con más detalle en el capítulo Control biológico y más adelante en esta sección.

jueves, 11 de julio de 2013

Equilibrio de luminancias

La relación de luminancias entre partes de la tarea observadas frecuentemente, como, por ejemplo, entre pantalla y documento, debe ser inferior a 10:1.
No obstante, para un buen acondicionamiento se aconseja que dicha relación no sea mayor de 3:1.
La relación de luminancias entre la tarea y el entorno del puesto admite límites más amplios. Se considera que una relación de 100:1 puede producir una cierta reducción en la ejecución de la tarea. No obstante, para un buen acondicionamiento es aconsejable que dicha relación no sea mayor de 10:1.

miércoles, 10 de julio de 2013

Polaridad de la imagen

Son aceptables las dos formas de polaridad; en positivo (caracteres oscuros sobre fondo claro) y en negativo; cada una de ellas tiene sus ventajas e inconvenientes.
Características de la polaridad de pantalla
POLARIDAD POSITIVA
POLARIDAD NEGATIVA
o Los reflejos son menos perceptibles.
o Los bordes de los caracteres aparecen mas nítidos.
o Se obtienen más fácilmente el equilibrio de luminancias.
o El parpadeo es menos perceptible.
o La legibilidad es mejor para las personas con menor agudeza visual.
o Los caracteres se perciben mayores de lo que son.

martes, 9 de julio de 2013

Relación de contraste

La relación de contraste, Cr, debe ser al menos de 3:1.

domingo, 7 de julio de 2013

Contraste de luminancia

El contraste de luminancia entre los caracteres y el fondo de pantalla es un aspecto que el usuario ha de poder ajustar con arreglo a sus necesidades, actuando sobre los controles de luminancia y brillo.
Para ello, aparte de los correspondientes controles de ajuste, las características técnicas de la pantalla han de permitir que el contraste alcanzado se atenga a los siguientes mínimos:

sábado, 6 de julio de 2013

Características técnicas de la propia pantalla

Luminancia de la pantalla
La pantalla debe ser capaz de proporcionar una luminancia de al menos 35 Cd/m2 para los caracteres.
Si se utiliza codificación por luminancia (caracteres con diferente nivel de luminancia), ése será el nivel mínimo para la luminancia más baja.
No obstante, el nivel preferido de luminancia se sitúa en torno a 100 Cd/m2, sobre todo en entornos de alta luminancia.

viernes, 5 de julio de 2013

Ajuste de la posición del teclado

Coloque el teclado directamente frente a usted para evitar torcer el cuello y el torso. De esta manera, podrá escribir con los hombros relajados y los brazos sueltos de manera cómoda.

jueves, 4 de julio de 2013

Teclado y dispositivo señalador

SUGERENCIAS
● Cambie de mano Para hacer descansar una mano, puede controlar el mouse o la bola de seguimiento con la otra mano durante un momento (utilice el software del dispositivo para cambiar las asignaciones de botones).
● Preste atención a las señales de su cuerpo Deje que su cuerpo sea su guía al ubicar el teclado y el dispositivo señalador. Los hombros deben estar relajados y los antebrazos, las muñecas y las manos deben encontrarse en una posición neutra y cómoda.
Coloque el teclado, el mouse y los demás dispositivos de entrada de datos de manera que pueda usarlos con el cuerpo en una posición relajada y cómoda. De este modo, no tendrá que estirarse o encoger los hombros al trabajar.

miércoles, 3 de julio de 2013

Eliminación del brillo y de los reflejos en el monitor

Dedique un momento a eliminar el brillo y los reflejos. Para controlar la luz del día, use cortinas,
persianas o toldos, o bien procure adoptar otras medidas para reducir el brillo. Use iluminación indirecta
o reducida para evitar los reflejos en la pantalla.
Si el brillo es un problema, considere estas medidas:
● Traslade el monitor a un lugar donde no haya brillo ni reflejos.
● Apague todas o algunas de las luces del techo y use iluminación localizada (una o más lámparas
ajustables) para realizar su trabajo.
● Si no puede controlar las luces del techo, trate de colocar el monitor entre las hileras de luces, en
lugar de colocarlo directamente debajo de una hilera de luces.
● Coloque un filtro antirreflejo en el monitor.
● Coloque una visera en el monitor. Este dispositivo puede consistir en un simple trozo de cartón
extendido sobre el borde superior frontal del monitor.
● Evite inclinar o hacer girar la pantalla de una forma que le lleve a adoptar una postura incómoda
de la cabeza o de la espalda.

martes, 2 de julio de 2013

Frente al monitor INCORRECTO

Si usa bifocales, trifocales o lentes de aumento progresivo, no coloque el monitor a un nivel demasiado alto de manera que tenga que inclinar la cabeza hacia atrás para ver la pantalla.

lunes, 1 de julio de 2013

Ajuste la altura del monitor para personas que usan bifocales, trifocales y lentes de aumento progresivo

Si usa lentes bifocales, trifocales o progresivas, es especialmente importante que ajuste apropiadamente la altura de su monitor. Evite inclinar la cabeza hacia atrás para ver la pantalla a través de la parte inferior de sus anteojos; esto puede causar fatiga muscular en el cuello y la espalda. En lugar de eso, trate de bajar el monitor. Si esto no da resultado, debe considerar la posibilidad de obtener anteojos especiales para usar con PC.

domingo, 30 de junio de 2013

Inclinación del monitor

Incline el monitor de manera que quede frente a sus ojos. En general, la pantalla y la cara del usuario deben estar en paralelo. Para comprobar si la inclinación del monitor es la correcta, pídale a alguna persona que sostenga un espejo en el centro del área de visualización. Al sentarse en su posición normal de trabajo, debe poder ver sus ojos en el espejo.

sábado, 29 de junio de 2013

Excreción en la orina y la bilis.

El principal ó rgano excretor es el riñón. Algunas sustancias, especialmente los á cidos de alto peso molecular, se excretan con la bilis. Una fracció n de las sustancias biliares excretadas puede reabsorberse en el intestino. Este proceso, denominadocirculación enterohepá tica, es habitual en las sustancias conjugadas tras la hidró lisis intestinal del conjugado.

viernes, 28 de junio de 2013

Excreción

La excreción es la salida del organismo de una sustancia y de sus productos de biotransformación.

jueves, 27 de junio de 2013

El aclaramiento intrínseco

El aclaramiento intrínseco es la capacidad que poseen las enzimas endó genas de transformar una sustancia, y se expresa tambié n en volumen por unidad de tiempo. Si el aclaramiento intrínseco de un ó rgano es muy inferior al flujo sanguíneo, se dice que el metabolismo está limitado por la capacidad. A la inversa, si el aclaramiento intrínseco es muy superior al flujo sanguíneo, se dice que el metabolismo está limitado por el flujo.

miércoles, 26 de junio de 2013

El aclaramiento

El aclaramiento es el volumen de sangre (plasma) por unidad de tiempo del que se ha eliminado por completo una sustancia.
Para distinguirlo del aclaramiento renal, se suele hablar por ejemplo de aclaramiento total, metabó lico o sanguíneo (plasmá tico).

martes, 25 de junio de 2013

La biodisponibilidad es la fracció n de una dosis administrada

La biodisponibilidad es la fracció n de una dosis administrada que entra en la circulación sistémica. Cuando no hay aclara- miento presisté mico, o metabolismo de primer paso, la fracción es 1. En la exposición oral, el aclaramiento presisté mico puede
deberse al metabolismo en el contenido gastrointestinal, las paredes intestinales o el hígado. El metabolismo de primer paso reduce la absorció n sisté mica de la sustancia y en cambio incrementa la absorció n de sus metabolitos. Ello puede hacer que se modifique el cuadro de toxicidad.

lunes, 24 de junio de 2013

6. Equipos de protección respiratoria homologados

Muchos gobiernos disponen de sistemas para probar y homo- logar el funcionamiento de los equipos de protección respiratoria que se van a emplear en su jurisdicción. En estos casos hay que utilizar un equipo de protección respiratoria homologado, puesto que la propia homologación indica que el equipo ha superado algunos requisitos de rendimiento mínimos. Si el gobierno no exige homologación formal, es probable que cualquier equipo homologado de forma válida proporcione mayores garantías de funcionamiento correcto que otro que no se ha sometido a ninguna clase de ensayos de homologación.

domingo, 23 de junio de 2013

5. Evaluaciones médicas

Debido al estrés a que someten al aparato respiratorio, los equipos de protección respiratoria pueden afectar a la salud de quienes los utilizan. Es recomendable que un médico evalúe a cada uno de los usuarios de equipos de protección respiratoria para determinar si pueden llevar estos equipos sin dificultad. Es el médico quien debe determinar en qué consistirá la evaluación médica, y puede exigir o no que esta evaluación de la salud incluya un reconocimiento médico.
Para realizar esta tarea, el médico debe recibir información sobre el tipo de equipo de protección respiratoria utilizado y el tipo y la duración del trabajo que debe ejecutarse mientras se utiliza el equipo. En la mayor parte de los casos, una persona sana normal no se verá afectada por el uso del equipo de protec- ción respiratoria, sobre todo si éste es un modelo ligero del tipo depurador del aire.
Quien se prevea que habrá de utilizar un equipo de protec- ción respiratoria autónomo en condiciones de emergencia deberá someterse a una evaluación más detenida. El peso del aparato de protección respiratoria autónomo contribuirá consi- derablemente a la carga de trabajo que se debe realizar.

sábado, 22 de junio de 2013

4. Mantenimiento del equipo de protección respiratoria (II)

Las botellas de aire y oxígeno debe inspeccionarse para determinar si están plenamente cargadas según las instrucciones del fabricante. Algunos tipos deben inspeccionarse periódicamente para verificar si el metal no está dañado u oxidado. Estas verifi- caciones pueden incluir la prueba hidrostática periódica de integridad de la botella.
Las piezas defectuosas deben sustituirse por recambios sumi- nistrados por el propio fabricante. Algunas piezas pueden parecer similares a las de otros fabricantes, pero quizá se comporten de forma distinta una vez montadas en el equipo de protección respiratoria. Los encargados de las reparaciones deben haber recibido formación sobre la forma de mantener y montar los equipos de protección respiratoria.
Los equipos semiautónomos y autónomos exigen un grado de formación más elevado. Las válvulas reductoras y de admisión, los reguladores y las alarmas sólo deben ajustarlos y repararlos el fabricante del equipo de protección respiratoria o un técnico formado por él.
Los equipos de protección respiratoria que no cumplan los criterios de inspección deben retirarse del servicio inmediata- mente y repararse o sustituirse.
Los equipos de protección respiratoria deben almacenarse correctamente. Pueden sufrir daños si no se protegen de agentes físicos y químicos como vibraciones, luz solar, calor, frío extremo, humedad excesiva o compuestos dañinos. Los elastó- meros utilizados para fabricar la pieza facial se dañan fácilmente
si no se protegen. Los equipos de protección respiratoria no se deben guardar en lugares como cajas de herramientas o arma- rios roperos, salvo que estén protegidos de contaminación y daños.


viernes, 21 de junio de 2013

4. Mantenimiento del equipo de protección respiratoria (I)

El mantenimiento del equipo de protección respiratoria comprende limpieza regular, inspección de daños y sustitución de piezas desgastadas. El fabricante es la mejor fuente de informa- ción sobre cómo realizar las operaciones de limpieza, inspección, reparación y mantenimiento.
Los equipos de protección respiratoria deben limpiarse e higienizarse periódicamente. Si deben utilizarlos varias personas, es preciso limpiarlos e higienizarlos antes de que los usen otros. Los reservados para situaciones de emergencia deben limpiarse e higienizarse después de cada uso. Esta operación no debe descuidarse, pues quizá sea necesario realizar ajustes espe- ciales para que el equipo de protección respiratoria funcione correctamente, tales como controlar las temperaturas de las soluciones de limpieza con el fin de no dañar los elastómeros del dispositivo. Además, puede ser necesario limpiar algunas piezas con cuidado o de una forma especial para no estropearlas. El fabricante del equipo de protección respiratoria sugerirá algún procedimiento.
Después de limpiar e higienizar los equipos de protección respiratoria, deben inspeccionarse para determinar si se encuen- tran en buenas condiciones de servicio, si hay que sustituir o reparar piezas o si deben tirarse. El usuario debe estar suficien- temente formado y familiarizado con el equipo de protección respiratoria para ser capaz de inspeccionarlo inmediatamente antes de cada uso con el fin de cerciorarse de que se halla en buen estado de servicio.
Los equipos de protección respiratoria reservados para situa- ciones de emergencia deben inspeccionarse periódicamente (se sugiere una frecuencia de una vez al mes). Estos equipos de protección respiratoria deben limpiarse e inspeccionarse después de cada uso y antes de volver a almacenarlos.
En general, la inspección comprenderá una verificación de la estanqueidad de las conexiones; del estado de la cobertura de las entradas de las vías respiratorias, el arnés de cabeza, las válvulas
y los tubos de conexión, los conjuntos de sujeción, las mangueras, filtros, cartuchos, cajas filtrantes, indicador de final de vida útil, componentes eléctricos y fecha de caducidad, y del correcto funcionamiento de reguladores, alarmas y otros sistemas de advertencia.
Hay que prestar especial atención a la inspección de elastó- meros y piezas de plástico, frecuentes en este tipo de equipos. Las piezas de caucho y otros elastómeros se pueden inspec- cionar, para determinar su flexibilidad y los signos de deterioro, estirando y doblando el material y observando los posibles signos de agrietamiento o desgaste. Las válvulas de inhalación y exha- lación suelen ser delgadas y se dañan con facilidad. También hay que vigilar la acumulación de jabones y otros productos de limpieza en las superficies de hermeticidad y los asientos de las válvulas; el deterioro y la acumulación pueden provocar fugas excesivas a través de las válvulas. Las piezas de plástico deben inspeccionarse para averiguar si han sufrido daños, como el desgaste o la rotura de hilos de rosca en los cartuchos, por ejemplo.

jueves, 20 de junio de 2013

3. Formación

La formación es un elemento importante de todo programa de equipos de protección respiratoria. Necesitan formación el super- visor de quienes utilizan los equipos de protección respiratoria, los propios usuarios y quien entrega a éstos los equipos de protec- ción respiratoria. El supervisor necesita saber lo suficiente del equipo de protección respiratoria en uso y de por qué se usa como para poder vigilar si se utiliza correctamente; en cuanto a la persona que entrega el equipo de protección respiratoria al usuario, necesita tener formación suficiente para estar segura de que proporciona el equipo correcto.
Los trabajadores que utilizan equipos de protección respira- toria deben recibir formación inicial y actualizaciones perió- dicas. La formación debe comprender la explicación y descripción de lo siguiente:
1. Naturaleza del peligro para las vías respiratorias y posibles efectos sobre la salud si el equipo de protección respiratoria no se utiliza correctamente.
2. Motivo por el que se ha elegido un tipo de equipo de protec- ción respiratoria determinado.
3. Funcionamiento y limitaciones del equipo de protección respiratoria.
4. Forma de poner el equipo de protección respiratoria en funcionamiento y de comprobar que funciona correctamente
y está bien ajustado.

5. Forma de mantener, inspeccionar y guardar el equipo de protección respiratoria.
6. Si se utilizan equipos de protección respiratoria de presión negativa, hay que enseñar la forma de hacer la prueba de ajuste.

miércoles, 19 de junio de 2013

FUNDAMENTOS BIOLOGICOS PARA • EVALUAR LA EXPOSICION

La evaluación de la exposición en el lugar de trabajo consiste en identificar y evaluar los agentes con los que un trabajador puede entrar en contacto. Se pueden construir índices de exposición que reflejen la cantidad de un agente presente en el medio ambiente en general o en el aire inhalado, y la cantidad de un agente que realmente se inhala, se traga o se absorbe por otras vías (ingesta). Otros índices reflejan la cantidad de agente que se reabsorbe
(absorción) y la exposición en el órgano diana. La dosis es un término farmacológico o toxicológico utilizado para indicar la cantidad de una sustancia que se administra a una persona. La frecuencia de dosis es la cantidad de sustancia administrada por unidad de tiempo. La dosis de una exposición en el lugar de trabajo es difícil de determinar en la práctica, puesto que los procesos físicos y biológicos, como la inhalación, la absorción y la distribución de un agente en el organismo humano establecen entre la exposición y la dosis relaciones complejas no lineales. La incertidumbre sobre el nivel real de exposición a los agentes hace además que sea difícil cuantificar la relación existente entre expo- sición y efecto en la salud.
Para muchas exposiciones profesionales, existe un intervalo de tiempo, durante el cual la exposición o la dosis alcanzan la mayor importancia, para el desarrollo de un determinado problema de salud o síntoma. Por consiguiente, la exposición, o la dosis, biológicamente importante sería la que se produce durante el intervalo de tiempo. Se cree que algunas exposiciones
a cancerígenos en el lugar de trabajo tienen este tipo de inter- valo de tiempo relevante. El cáncer es una enfermedad con un largo período de latencia y, por consiguiente, puede ocurrir que la exposición que causa el desarrollo definitivo de la enfermedad tenga lugar muchos años antes de que el cáncer se manifieste. Es, por tanto, un fenómeno arbitrario ya que lo que cabría esperar es que la exposición acumulada a lo largo de toda una vida profesional fuera el parámetro relevante. Es posible que la exposición que se produce en el momento de manifestarse la enfermedad no tenga especial importancia.

martes, 18 de junio de 2013

Conclusión

En esta breve descripción de las intervenciones, se han presen- tado algunos aspectos generales para estimular la reflexión. En la práctica, estas normas adquieren una gran complejidad y tienen con frecuencia importantes implicaciones para la salud de los trabajadores y de la empresa. El juicio profesional del higienista industrial es esencial para elegir los mejores controles. “Mejor” es un término que tiene muchos significados diferentes. El higienista industrial debe promover el trabajo en equipo y la colaboración de los trabajadores, la dirección y el personal técnico.

lunes, 17 de junio de 2013

Formación e información

Sea cual sea el tipo de intervención que se elija finalmente, deben facilitarse formación y otras vías de información para que los trabajadores conozcan las intervenciones, la razón por la que se han elegido, las reducciones de la exposición previstas y el papel que ellos desempeñan para conseguir esas reducciones. Sin la participación y el conocimiento de los trabajadores, es probable que las intervenciones fracasen o tengan una eficacia reducida. La formación sensibiliza a la plantilla respecto a la existencia de peligros. Esta sensibilización puede ser de gran valor para el higienista industrial que intenta identificar y reducir exposiciones nuevas o no detectadas previamente. La formación, el etiquetado
y otras actividades relacionadas pueden formar parte de un programa de cumplimiento de los requisitos normativos. Sería conveniente verificar la legislación local, para tener la seguridad de que las medidas de formación o etiquetado adoptadas satis- facen tanto los requisitos legales como los operativos.

domingo, 16 de junio de 2013

Frecuencia de la exposición (II)

método de control. Si se trata de un irritante respiratorio, se considerará el uso de ventilación, respiradores, etc. El reto para el higienista industrial es identificar todas las vías de exposición. Por ejemplo, los éteres de glicol se utilizan como disolventes transportadores en las operaciones de impresión. Se puede medir su concentración atmosférica en la zona de respiración e introducir controles. Sin embargo, los éteres de glicol se absorben rápidamente a través de la piel intacta. La piel repre- senta una importante vía de exposición y debe tenerse en cuenta. De hecho, si se usan unos guantes inadecuados, la expo- sición de la piel puede continuar mucho tiempo después de que se haya reducido la exposición ambiental (si el trabajador sigue utilizando los guantes contaminados). El higienista debe evaluar la sustancia sus propiedades físicas, químicas y toxicológicas para determinar qué vías de exposición son posibles y probables
(dependiendo de las tareas que realiza el trabajador).
A la hora de elegir los controles, uno de los factores que deben tenerse en cuenta son los requisitos normativos al respecto. Puede haber códigos profesionales, reglamentos, etc., que impongan una determinada serie de controles. El higienista

industrial puede actuar con flexibilidad respecto de los requisitos normativos, pero debe aplicar los controles mínimos obligato- rios. Otro aspecto de los requisitos normativos es que los controles obligatorios pueden ser menos eficaces o entrar en conflicto con la opinión del higienista industrial. En estas situa- ciones, el higienista debe ser creativo y encontrar soluciones que satisfagan tanto los requisitos normativos como los objetivos de buena práctica de la organización.

sábado, 15 de junio de 2013

Frecuencia de la exposición (I)

El modelo clásico para evaluar la toxicidad utiliza la siguiente relación:
TIEMPO× CONCENTRACION = DOSIS

La dosis, en este caso, es la cantidad de material que está dispo- nible para su absorción. Hasta ahora se ha hablado de intentar minimizar (reducir) el componente de la concentración en esta ecuación. También se puede reducir la duración de la exposición
(la razón que justifica los controles administrativos). Así se redu- ciría igualmente la dosis. El problema aquí no es que el traba- jador pase cierto tiempo en una zona contaminada, sino la frecuencia con que realiza una operación (tarea). Esta distinción es importante. En el primer ejemplo, la exposición se controla alejando a los trabajadores de la zona en la que están expuestos a determinada cantidad de un agente tóxico. El esfuerzo de la intervención no está encaminado hacia el control de la cantidad de sustancia tóxica (en muchas situaciones, puede utilizarse un enfoque combinado). En el segundo caso, la frecuencia de la operación se utiliza para introducir los controles adecuados, no para establecer un horario de trabajo. Por ejemplo, si una opera- ción, como el desengrasado, es realizada rutinariamente por un trabajador, los controles pueden consistir en medidas de ventila- ción, sustitución por un disolvente menos tóxico o incluso auto- matización del proceso. Si la operación se realiza con poca frecuencia (p. ej., una vez al trimestre), los equipos de protección personal pueden constituir una alternativa adecuada (depen- diendo de muchos de los factores que se describen en esta sección). Como ilustran estos dos ejemplos, la frecuencia con que se realiza una operación puede afectar directamente a la selec- ción de controles. Cualquiera que sea la situación de exposición, la frecuencia con que un trabajador realiza las tareas debe tenerse en cuenta a la hora de elegir los controles.

viernes, 14 de junio de 2013

Nivel aceptable de exposición

Si se estudia la aplicación de controles para proteger a un traba- jador de una sustancia como la acetona, cuyo nivel aceptable de exposición puede ser del orden de 800 ppm, dicho nivel puede reducirse a 400 ppm o menos con relativa facilidad. El ejemplo de la acetona contrasta con el control del 2-etoxietanol, cuyo nivel aceptable de exposición puede estar en el rango de 0,5 ppm. Para conseguir el mismo porcentaje de reducción (0,5 ppm a 0,25 ppm) probablemente se necesitarían diferentes controles. De hecho, con unos niveles de exposición tan bajos, el aislamiento del material puede convertirse en el principal medio de control. Cuando los niveles de exposición son elevados, la ventilación puede conseguir la reducción necesaria. Así pues, el nivel aceptable establecido (por el gobierno, la empresa, etc.) para una sustancia puede condicionar la elección de los controles.

domingo, 2 de junio de 2013

Otros requisitos

Uniformidad del tamaño de los caracteres
La altura y anchura de cada carácter específico de una fuente de caracteres no debe variar más del ± 5 % de las dimensiones nominales del carácter, independientemente del lugar de la pantalla donde se presente.
Espacio entre caracteres
Este espacio debe ser al menos igual a la anchura del trazo o a la de un "pixel".
Distancia entre palabras
La distancia entre palabras debe ser al menos igual a la anchura de un carácter (o bien a la anchura correspondiente a la letra "N" cuando se emplea el sistema de espaciado proporcional).
Distancia entre líneas
Esta distancia debe ser al menos igual al espacio correspondiente a un "pixel" entre las líneas del texto. Dicha zona no debe contener partes de caracteres pero sí puede contener subrayados.

sábado, 1 de junio de 2013

Formato de los caracteres

La matriz de representación de los caracteres en pantalla debe estar constituida por un mínimo de 5 x 7 "pixeles".
No obstante, para las tareas que conlleven una frecuente lectura o donde sea importante asegurar la legibilidad, la matriz de representación debe tener como mínimo un formato de 7 x 9 "pixeles".
En cualquier caso, las requisitos mínimos de la pantalla de visualización se deberían adecuar al tipo de tarea que se realice. La Guía Técnica sobre pantallas de visualización de datos, editada por el INSHT, recomienda las siguientes características mínimas, en función del tipo de trabajo principal que se realice:
Trabajo Principal
Tamaño (Diagonal)
Resolución ("Pixeles")
Frecuencia de Imagen
OFICINA
35 cm (14")
640 x 480
70 Hz
GRÁFICOS
42 cm (17")
800 x 600
70 Hz
PROYECTO
50 cm (20")
1024 x 768
70 Hz

viernes, 31 de mayo de 2013

Anchura del trazo de los caracteres

La anchura, e, del trazo de los caracteres debe estar dentro del rango comprendido entre 1/6 a 1/12 de la altura, a, de los caracteres.
La mayor anchura del trazo se recomienda para el modo de representación de pantalla en positivo (caracteres oscuros sobre fondo claro de pantalla) y la menor anchura para el modo negativo de representación (caracteres brillantes sobre fondo oscuro).

jueves, 30 de mayo de 2013

Relación anchura/altura de los caracteres

Con el fin de lograr una legibilidad óptima de los caracteres se recomienda una relación anchura/altura, b/a, comprendida entre 0,7:1 y 0,9:1.
En ciertos casos, como por ejemplo cuando se utiliza espaciado proporcional, se puede admitir una relación anchura/altura comprendida entre 0,5:1 y 1:1.

martes, 28 de mayo de 2013

Características de los símbolos alfanuméricos representados en pantalla

Estos aspectos han de ser examinados a la hora de adquirir los monitores de visualización, considerando al mismo tiempo la posibilidad de cambiar las características y tamaño de los caracteres a través del software utilizado.
La altura, a, requerida para los caracteres depende de la distancia de visión, d (ambos parámetros determinan el ángulo s, subtendido por los caracteres).
Para la mayoría de las tareas se recomienda que dicho ángulo, s, esté comprendido entre 20 y 22 minutos de arco. El mínimo admisible (para lectura ocasional, notas a pie de página, etc.) es de 16 minutos de arco.

lunes, 27 de mayo de 2013

Ángulo de visión

La pantalla debe ser legible con ángulos de visión de hasta 40º, trazados entre la línea de visión y la perpendicular a la superficie de la pantalla en cualquier punto de la misma.
En todo caso, para mejorar la visualización de la pantalla es deseable que la curvatura de su superficie sea lo menor posible, es decir, lo más plana posible. Ello también contribuirá a reducir los reflejos molestos provocados en la pantalla por las eventuales fuentes luminosas del entorno.

domingo, 26 de mayo de 2013

Ajuste de la altura del monitor

La ubicación del monitor debe permitirle mantener la cabeza en una posición equilibrada y cómoda respecto a los hombros. No tendría que doblar el cuello hacia adelante de manera incómoda o hacia atrás en ningún momento. Es posible que le resulte más cómodo colocar el monitor de modo que la línea superior del texto quede inmediatamente debajo de la altura de los ojos. Se recomienda dirigir la mirada ligeramente hacia abajo al visualizar la parte media de la pantalla.
Existen numerosos diseños de equipos que permiten colocar el monitor en la parte superior de la unidad del sistema. Si al hacerlo, el monitor queda demasiado alto, le recomendamos colocarlo en el escritorio.
En cambio, si el monitor está ubicado en su área de trabajo y usted siente algún tipo de molestia en el cuello o la espalda, es posible que el monitor se encuentre demasiado bajo. En tal caso, trate de usar un libro, una base o un elemento similar para elevar el monitor.

sábado, 25 de mayo de 2013

Ajuste de la posición del monitor

Podrá encontrar distintas alturas para el monitor que le permitirán mantener la cabeza en una posición equilibrada y cómoda respecto a los hombros.
Coloque el monitor directamente frente a usted (consulte la sección Documentos y libros en la página 25). Para determinar una distancia cómoda de visualización, estire el brazo hacia el monitor y observe la ubicación de los nudillos. Coloque el monitor cerca de esa posición. De ser necesario, acerque o aleje el monitor hasta que pueda ver el texto en la pantalla de manera clara y
cómoda (consulte la sección Vista en la página 17).

viernes, 24 de mayo de 2013

Monitor SUGERENCIAS

● Altura de los ojos La altura de los ojos cambiará de manera significativa si adopta una posición reclinada, erguida o intermedia. Recuerde ajustar la altura e inclinación del monitor cada vez que cambia la altura de los ojos al modificar su postura.
● Ajuste del brillo y del contraste Reduzca las posibilidades de sufrir molestias oculares utilizando los controles de brillo y contraste del monitor, a fin de mejorar la calidad del texto y de los gráficos.
● Eliminación del brillo Trate de colocar el monitor de manera que la parte lateral mire hacia las ventanas.
Reducirá el cansancio ocular y la fatiga muscular del cuello, los hombros y la espalda si coloca el monitor en la posición adecuada y ajusta su ángulo de inclinación.

jueves, 23 de mayo de 2013

Monitor EVITE ESTAS POSICIONES

● Si trabaja más tiempo mirando la pantalla que los documentos en papel, evite colocar el monitor a un lado.
● Evite adoptar posiciones incómodas para superar el problema del brillo o los reflejos en la pantalla.
● Trate de evitar las fuentes de iluminación brillante en su campo visual. Por ejemplo, no se coloque frente a una ventana sin cortinas durante las horas del día.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Visite al oculista

Para asegurarse de que su vista reciba un cuidado adecuado, visite periódicamente a un oculista para su control. Si utiliza bifocales, trifocales o lentes de aumento progresivo, posiblemente sienta que necesita adoptar una posición incómoda para usar las gafas al trabajar con el equipo. Comente esta dificultad a su oculista y considere la posibilidad de que le prescriban el uso de gafas especiales para trabajar con la pantalla del equipo

martes, 21 de mayo de 2013

Limpieza del monitor y sus gafas

Mantenga limpias sus gafas o lentes de contacto y la pantalla. Si utiliza un filtro antirreflejo, límpielo siguiendo las instrucciones del fabricante.

lunes, 20 de mayo de 2013

Descanse la vista

Descanse la vista con frecuencia mirando hacia un punto distante.
El trabajo con el equipo durante un período prolongado puede ser una tarea exigente para los ojos y puede ocasionar irritación y fatiga ocular. Por lo tanto, debe prestar particular atención al cuidado de la vista y tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
Descanse la vista Descanse la vista con frecuencia. Aleje periódicamente la vista del monitor y mire hacia un punto
distante. También puede ser un momento adecuado para estirarse, respirar profundamente y relajarse

domingo, 19 de mayo de 2013

La vida media biológica

La vida media biológica (o vida media) es el tiempo que se necesita, a partir del momento en que cesa la exposición, para reducir a la mitad la cantidad presente en el organismo. Como muchas veces es difícil valorar la cantidad total de una sustancia, se emplean mé todos de medición como la concentració n en sangre (plasma). El concepto de vida media debe utilizarse con prudencia, ya que ésta puede modificarse, por ejemplo, con la dosis y la duració n de la exposición. Ademá s, muchas sustancias poseen complejas curvas de declinació n, con varias vidas medias.

sábado, 18 de mayo de 2013

El á rea bajo la curva (ABC)

El área bajo la curva (ABC) es la integral de la concentración en la sangre (plasma) a lo largo del tiempo. Cuando no hay saturación metabó lica u otros procesos no lineales, la ABC es proporcional a la cantidad de sustancia absorbida.

viernes, 17 de mayo de 2013

Curva de concentración-tiempo

La curva de concentración en sangre (o plasma) en relación con el tiempo es una forma cómoda de describir la captación de un xenobió tico por el orga- nismo y su desaparición de él.

jueves, 16 de mayo de 2013

Eliminación

La eliminación es la desaparición de una sustancia del cuerpo. Puede consistir en su excreción al exterior del organismo o en su transformación en otras sustancias que no son captadas por un determinado mé todo de medición. La velocidad de desaparición puede expresarse mediante la constante de eliminació n, la vida media bioló gica o el aclaramiento.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Unión a la sangre.

Las sustancias pueden unirse a los glóbulos rojos o a componentes del plasma, o pueden estar tambié n en forma libre en la sangre. El monó xido de carbono, el arsé nico, el mercurio orgá nico y el cromo hexavalente tienen una gran afinidad por los gló bulos rojos, mientras que el mercurio inorgá - nico y el cromo trivalente prefieren las proteínas plasmá ticas. Hay otras sustancias que tambié n se unen a las proteínas del plasma. Só lo la fracción libre puede llegar por filtració n o difu- sió n a los ó rganos de eliminació n. Por consiguiente, la unió n a la sangre puede incrementar el tiempo de retenció n de una sustancia en el organismo y sin embargo reducir su captació n por los ó rganos diana.

martes, 14 de mayo de 2013

La acumulación

La acumulación es la retenció n de una sustancia en un tejido o en un órgano a unos niveles superiores a los de su concentració n en la sangre o el plasma. Puede tratarse también de una acumulación gradual en el organismo a lo largo del tiempo.
Muchos xenobió ticos son muy liposolubles y tienden a acumularse en el tejido adiposo, mientras que otros tienen una especial afinidad por el hueso. En el hueso, por ejemplo, el calcio puede intercambiarse por cationes de plomo, estroncio, bario y radio, mientras que los grupos hidroxilo pueden intercambiarse por flúor.
Barreras. Los vasos sanguíneos del cerebro, los testículos y la placenta tienen unas características anatómicas especiales que inhiben el paso de las molé culas grandes, como las proteínas. Esas características, que suelen denominarse barreras hematoencefálica, hematotesticular y hematoplacentaria, pueden dar la falsa impresión de que impiden el paso de cualquier sustancia, pero la realidad es que tienen poca o ninguna importancia en el caso de los xenobió ticos capaces de atravesar por difusió n las membranas celulares.

lunes, 13 de mayo de 2013

Distribución

La distribució n de una sustancia dentro del organismo es un proceso diná mico que depende de las velocidades de absorción y eliminació n, así como del flujo sanguíneo en los diferentes tejidos y de las afinidades de é stos por la sustancia. Las moléculas hidrosolubles pequeñ as no cargadas, los cationes monovalentes y la mayoría de los aniones se difunden con facilidad y acaban por conseguir una distribució n relativamente uniforme por todo el cuerpo.
El volumen de distribución es la cantidad de una sustancia que hay en el cuerpo en un momento determinado dividida por la concentració n en la sangre, el plasma o el suero en ese momento. Este valor no tiene nada que ver con el volumen físico, pues muchas sustancias no se distribuyen de manera uniforme por el organismo. Un volumen de distribució n inferior a 1 l/kg de peso corporal indica una distribución preferencial en la sangre (o en el suero o en el plasma), mientras que los valores superiores a 1 indican una preferencia por los tejidos perifé ricos, como el tejido adiposo en el caso de las sustancias liposolubles.

domingo, 12 de mayo de 2013

2. Procedimientos operativos escritos

Los procedimientos escritos se utilizan para documentar el programa, de modo que cada participante sepa lo que hay que hacer, quién es el responsable de cada actividad y cómo debe ejecutarse. El documento de procedimiento debe incluir una declaración de los objetivos del programa. En esta declaración se debe afirmar con claridad que la dirección de la empresa es responsable de la salud de los trabajadores y de la aplicación del programa de equipos de protección respiratoria. Un documento escrito que cubra los procedimientos esenciales de un programa de equipos de protección respiratoria debe cubrir las funciones siguientes:
• elección de equipo de protección respiratoria;
• mantenimiento, inspección y reparación;
• formación de los trabajadores y los supervisores y de la persona que entrega los equipos de protección respiratoria;
• pruebas de ajuste;
• actividades administrativas, entre ellas compra, control de inventario y mantenimiento de registros;
• control de los riesgos;
• supervisión del uso del equipo de protección respiratoria;
• evaluación médica;
• suministro de equipos de protección respiratoria para situa- ciones de emergencia;
• evaluación del programa.

sábado, 11 de mayo de 2013

1. Administración del programa

La responsabilidad del programa de equipos de protección respi- ratoria debe asignarse a una sola persona, denominada adminis- trador del programa. Esta tarea se asigna a una sola persona con el fin de que la dirección sepa con claridad quién es el responsable. Tan importante como esto es conceder a esta persona la auto- ridad necesaria para tomar decisiones y ejecutar el programa.
El administrador del programa debe tener conocimientos sufi- cientes de protección de las vías respiratorias para supervisar el programa de equipos de protección respiratoria de forma segura y eficaz. Son responsabilidades del administrador del programa supervisar los riesgos respiratorios, mantener registros y evaluar el programa.

viernes, 10 de mayo de 2013

Programas de protección respiratoria

Para que un equipo de protección respiratoria funcione correcta- mente, es preciso elaborar un programa de protección respira- toria mínimo. Con independencia del tipo de equipo de protección respiratoria utilizado, el número de personas que intervengan y la complejidad del equipo de protección respiratoria que se utilice, todo programa debe incluir una serie de consideraciones básicas. En el caso de programas sencillos, los requisitos pueden ser mínimos. En programas más amplios, la tarea es complicada.
Considérese, a modo de ilustración, la necesidad de mantener registros de las pruebas de ajuste del equipo. En programas de una o dos personas, la fecha de la última prueba, el ajuste del equipo de protección respiratoria ensayado y el método pueden consignarse en una simple ficha; en un programa amplio, con centenares de usuarios, puede ser necesario crear una base de datos informatizada con un sistema de seguimiento de las personas que deben someterse a pruebas de ajuste.
En los seis apartados siguientes se exponen los requisitos de un buen programa.

jueves, 9 de mayo de 2013

Equipos mixtos

Algunos esquipos de protección respiratoria especializados pueden funcionar tanto en modo de suministro como de purifica- ción del aire; son los llamados equipos mixtos.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Equipos de protección respiratoria suministradores de aire

Estos equipos de protección respiratoria suministran una atmós- fera respirable con independencia de la que reine en el lugar de trabajo. El tipo llamado equipo semiautónomo admite tres modos de funcionamiento: demanda, caudal continuo o demanda de presión. Los aparatos que funcionan en los modos de demanda y demanda de presión pueden combinarse con semimáscaras y máscaras completas. Los de caudal continuo admiten también un casco o capuz o una mascarilla facial suelta.
Un segundo tipo de equipo de protección respiratoria sumi- nistrador de atmósfera, llamado aparato respirador autónomo, está equipado con una fuente de aire incorporada. Puede utilizarse sólo para escapar de una atmósfera peligrosa o para entrar y salir de ella. El aire está contenido a presión en una botella o se genera mediante una reacción química.
Algunos equipos de protección respiratoria semiautónomos están equipados con una pequeña botella de aire comprimido que permite al usuario salir indemne si se corta el suministro principal.

martes, 7 de mayo de 2013

Equipos de protección respiratoria purificadores del aire

En estos aparatos el aire del medio ambiente pasa a través de un elemento purificador que retiene los contaminantes. El aire atra- viesa el elemento purificador impulsado por la acción respiratoria (equipos de protección respiratoria de presión negativa) o por un ventilador (equipos de protección respiratoria purificadores mecánicos).
El tipo de elemento purificador del aire determina los contaminantes retenidos. Para retener aerosoles se utilizan filtros de diversa eficacia. La elección depende de las propiedades del aerosol; normalmente, el tamaño de la partícula es la característica más importante. Hay cartuchos químicos que se llenan con un material elegido específicamente para absorber un vapor o un gas contaminantes o para reaccionar con ellos.

lunes, 6 de mayo de 2013

Cobertura de entradas

Las “entradas” al aparato respiratorio son la nariz y la boca. Para que un equipo de protección respiratoria funcione debe estar aislado por un cierre que, de algún modo, separe el aparato respiratorio del usuario del medio respirable, y que al mismo tiempo permita la entrada de una cantidad suficiente de oxígeno. Hay coberturas estancas y sueltas.
Las coberturas estancas pueden adoptar la forma de masca- rilla, semimáscara, máscara o boquilla. La mascarilla cubre la nariz y la boca. La superficie de cierre se extiende desde el puente de la nariz hasta debajo de los labios (la cuarta parte de la cara). La semimáscara forma un cierre que va desde el puente de la nariz hasta la parte inferior de la barbilla (la mitad de la cara). El cierre de la máscara completa llega desde encima de los ojos (por debajo de la línea del pelo) hasta por debajo de la barbilla (cubre la cara completa).
El mecanismo de cobertura de la boquilla es ligeramente distinto: el usuario muerde una pieza de caucho conectada al equipo de protección respiratoria y se obstruye la nariz con una pinza. De este modo quedan cerradas las dos entradas del aparato respiratorio. Estos equipos de protección respiratoria de boquilla se usan sólo en situaciones en las que hay que huir de una atmósfera peligrosa; como su aplicación es muy especializada, no volverán a tratarse en este capítulo.
Las coberturas de mascarilla, semimáscara o máscara pueden utilizarse con equipos purificadores o suministradores de aire. El tipo de boquilla sólo se utiliza con purificadores.
Las coberturas sueltas, como sugiere su nombre, no se basan en una superficie cerrada herméticamente para proteger el aparato respiratorio del trabajador, sino que cubren la cara, la cabeza o la cabeza y los hombros y proporcionan un medio ambiente inocuo. También se incluyen en este apartado los monos que cubren el cuerpo completo (pero no las prendas que se llevan sólo para proteger la piel, como los monos antisalpicaduras). Como no cierran la cara, las coberturas sueltas sólo funcionan con equipos que suministran un caudal de aire; éste debe ser superior al aire necesario para respirar, con el fin de evitar que el contaminante del exterior del equipo de protección respiratoria penetre en el interior.


domingo, 5 de mayo de 2013

Idoneidad de las propiedades de advertencia

Cuando se intenta proteger a un trabajador de un riesgo para la salud en el trabajo, deben tenerse en cuenta las propiedades que advierten de la presencia de un material, como su olor o la irrita- ción que produce. Por ejemplo, si un empleado trabaja con un semiconductor en una zona en la que se utiliza arsenamina, la extrema toxicidad del gas supone un importante riesgo potencial. La situación se agrava por las escasas propiedades de advertencia de la arsenamina; los trabajadores no pueden detectar la arsenamina por la vista o el olfato hasta que su concentración no ha superado ya los niveles aceptables. En un caso así, no pueden aceptarse los controles que son marginalmente eficaces para mantener las exposiciones por debajo de unos niveles aceptables, porque los trabajadores no pueden detectar cuándo se superan esos niveles. La solución en este caso consiste en instalar controles técnicos que aíslen al trabajador del material. Además, debe instalarse un detector continuo de la arsenamina que advierta a los trabajadores de un eventual fallo de los controles técnicos. En situaciones en las que existe el riesgo de exposición de elevada toxicidad y escasas propiedades de advertencia, se practica la higiene industrial preventiva. El higienista industrial debe abordar cada problema de exposición con una actitud flexible y reflexiva.

sábado, 4 de mayo de 2013

Coste Higiene Industrial

Todas las organizaciones disponen de unos recursos limitados. El reto consiste en aprovechar al máximo dichos recursos. Cuando se identifican exposiciones peligrosas y se desarrolla una estra- tegia de intervención, el coste es un factor que debe tenerse en cuenta. La “mejor compra” no siempre será la solución de mayor
o menor coste. El coste se convierte en un factor sólo después de haber identificado varios métodos viables de control. Entonces, el coste puede utilizarse como criterio para seleccionar aquellos controles que serán más eficaces en una determinada situación. Si el coste es el factor determinante desde el principio, es posible que se elijan controles deficientes o inadecuados o que éstos inter- fieran con el trabajo del empleado. Sería poco aconsejable elegir controles de bajo coste que interfiriesen y retrasaran un proceso de fabricación. El proceso perdería productividad y el coste sería mayor. En muy poco tiempo, el coste “real” de estos controles de
“bajo coste” sería enorme. Los ingenieros industriales aportan su conocimiento de las instalaciones y los procesos en su conjunto; los ingenieros de producción, su conocimiento de las etapas y procesos de producción; los analistas financieros, su conocimiento de los problemas de asignación de recursos. Los higienistas indus- triales pueden aportar una perspectiva específica a este debate gracias a su conocimiento de las tareas de cada puesto de trabajo, su interacción con el equipo de fabricación y la manera en que funcionarán los controles en un entorno determinado. Este enfoque en equipo aumenta la probabilidad de elegir el control más adecuado (desde distintas perspectivas).

viernes, 3 de mayo de 2013

Facilidad de uso

Para que un control sea eficaz, es preciso que el trabajador pueda realizar las tareas de su puesto de trabajo al mismo tiempo que se aplica ese control. Por ejemplo, si el método de control elegido es una sustitución, el trabajador debe conocer los riesgos de la nueva sustancia química, recibir formación sobre los procedimientos seguros de manipulación, conocer los procedimientos correctos de evacuación, etc. Si el control consiste en un aislamiento, o colocación de un dispositivo que separa la sustancia del trabajador, éste debe dejar que el trabajador realice su trabajo. Si las medidas de control interfieren con las tareas del puesto de trabajo, el trabajador se resistirá a utilizarlas y posible- mente encontrará otras formas de realizar sus tareas, que conlleven una exposición mayor, en lugar de menor.

jueves, 2 de mayo de 2013

Eficacia de los controles

La eficacia de los controles es, obviamente, un aspecto funda- mental cuando se toman medidas para reducir las exposiciones. Cuando se compara un tipo de intervención con otra, se ha de tener en cuenta que el nivel de protección necesario justifique las dificultades que puede conllevar la intervención; un control exce- sivo es un desperdicio de recursos, que podrían utilizarse para reducir otras exposiciones o las exposiciones que afectan a otros empleados. Por otra parte, un control deficiente deja al trabajador expuesto a condiciones insanas. Un primer paso útil consiste en clasificar las intervenciones de acuerdo con su eficacia
y, seguidamente, utilizar dicha clasificación para evaluar la importancia de los demás factores.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Intervención: factores que deben considerarse

En general, para reducir la exposición a unos niveles aceptables, se tienen que combinar distintos tipos de controles. Cualesquiera que sean los métodos elegidos, la intervención debe reducir la exposición y el riesgo resultante a un nivel aceptable. Existen, sin embargo, muchos otros factores que deben considerarse a la hora de elegir una intervención. Por ejemplo:
• eficacia de los controles;
• facilidad de uso para el trabajador;
• coste de los controles;
• idoneidad de las propiedades de advertencia del material;
• nivel aceptable de exposición;
• frecuencia de la exposición;
• vía(s) de exposición;
• requisitos reglamentarios sobre controles específicos.

martes, 30 de abril de 2013

HIGIENE INDUSTRIAL: CONTROL DE LAS EXPOSICIONES MEDIANTE LA INTERVENCION (III)

El equipo de protección personal está compuesto por los elementos que se entregan al trabajador para que los lleve puestos mientras realiza determinadas tareas (o todas ellas) de su puesto de trabajo; algunos de esos elementos son los respira- dores, las gafas, los guantes protectores y las pantallas de protección facial. El equipo de protección personal suele utilizarse cuando los controles técnicos no han conseguido controlar la exposición a unos niveles aceptables o cuando dichos controles no son factibles (por razones operativas o de coste). El equipo de protección personal puede ofrecer una protección importante a los trabajadores si se lleva y se utiliza correctamente. En el caso de la protección de las vías respiratorias, el factor de protección (relación entre la concentración fuera y dentro del respirador) puede ser de 1.000 o más para los respiradores de aire suministrado con presión positiva o de hasta 10 para los respiradores que purifican el aire y ocupan la mitad de la cara. Los guantes
(si se elige un modelo adecuado) pueden proteger las manos durante horas contra los disolventes. Las gafas protectoras ofrecen una protección eficaz contra las salpicaduras de sustan- cias químicas.