viernes, 31 de mayo de 2013

Anchura del trazo de los caracteres

La anchura, e, del trazo de los caracteres debe estar dentro del rango comprendido entre 1/6 a 1/12 de la altura, a, de los caracteres.
La mayor anchura del trazo se recomienda para el modo de representación de pantalla en positivo (caracteres oscuros sobre fondo claro de pantalla) y la menor anchura para el modo negativo de representación (caracteres brillantes sobre fondo oscuro).

jueves, 30 de mayo de 2013

Relación anchura/altura de los caracteres

Con el fin de lograr una legibilidad óptima de los caracteres se recomienda una relación anchura/altura, b/a, comprendida entre 0,7:1 y 0,9:1.
En ciertos casos, como por ejemplo cuando se utiliza espaciado proporcional, se puede admitir una relación anchura/altura comprendida entre 0,5:1 y 1:1.

martes, 28 de mayo de 2013

Características de los símbolos alfanuméricos representados en pantalla

Estos aspectos han de ser examinados a la hora de adquirir los monitores de visualización, considerando al mismo tiempo la posibilidad de cambiar las características y tamaño de los caracteres a través del software utilizado.
La altura, a, requerida para los caracteres depende de la distancia de visión, d (ambos parámetros determinan el ángulo s, subtendido por los caracteres).
Para la mayoría de las tareas se recomienda que dicho ángulo, s, esté comprendido entre 20 y 22 minutos de arco. El mínimo admisible (para lectura ocasional, notas a pie de página, etc.) es de 16 minutos de arco.

lunes, 27 de mayo de 2013

Ángulo de visión

La pantalla debe ser legible con ángulos de visión de hasta 40º, trazados entre la línea de visión y la perpendicular a la superficie de la pantalla en cualquier punto de la misma.
En todo caso, para mejorar la visualización de la pantalla es deseable que la curvatura de su superficie sea lo menor posible, es decir, lo más plana posible. Ello también contribuirá a reducir los reflejos molestos provocados en la pantalla por las eventuales fuentes luminosas del entorno.

domingo, 26 de mayo de 2013

Ajuste de la altura del monitor

La ubicación del monitor debe permitirle mantener la cabeza en una posición equilibrada y cómoda respecto a los hombros. No tendría que doblar el cuello hacia adelante de manera incómoda o hacia atrás en ningún momento. Es posible que le resulte más cómodo colocar el monitor de modo que la línea superior del texto quede inmediatamente debajo de la altura de los ojos. Se recomienda dirigir la mirada ligeramente hacia abajo al visualizar la parte media de la pantalla.
Existen numerosos diseños de equipos que permiten colocar el monitor en la parte superior de la unidad del sistema. Si al hacerlo, el monitor queda demasiado alto, le recomendamos colocarlo en el escritorio.
En cambio, si el monitor está ubicado en su área de trabajo y usted siente algún tipo de molestia en el cuello o la espalda, es posible que el monitor se encuentre demasiado bajo. En tal caso, trate de usar un libro, una base o un elemento similar para elevar el monitor.

sábado, 25 de mayo de 2013

Ajuste de la posición del monitor

Podrá encontrar distintas alturas para el monitor que le permitirán mantener la cabeza en una posición equilibrada y cómoda respecto a los hombros.
Coloque el monitor directamente frente a usted (consulte la sección Documentos y libros en la página 25). Para determinar una distancia cómoda de visualización, estire el brazo hacia el monitor y observe la ubicación de los nudillos. Coloque el monitor cerca de esa posición. De ser necesario, acerque o aleje el monitor hasta que pueda ver el texto en la pantalla de manera clara y
cómoda (consulte la sección Vista en la página 17).

viernes, 24 de mayo de 2013

Monitor SUGERENCIAS

● Altura de los ojos La altura de los ojos cambiará de manera significativa si adopta una posición reclinada, erguida o intermedia. Recuerde ajustar la altura e inclinación del monitor cada vez que cambia la altura de los ojos al modificar su postura.
● Ajuste del brillo y del contraste Reduzca las posibilidades de sufrir molestias oculares utilizando los controles de brillo y contraste del monitor, a fin de mejorar la calidad del texto y de los gráficos.
● Eliminación del brillo Trate de colocar el monitor de manera que la parte lateral mire hacia las ventanas.
Reducirá el cansancio ocular y la fatiga muscular del cuello, los hombros y la espalda si coloca el monitor en la posición adecuada y ajusta su ángulo de inclinación.

jueves, 23 de mayo de 2013

Monitor EVITE ESTAS POSICIONES

● Si trabaja más tiempo mirando la pantalla que los documentos en papel, evite colocar el monitor a un lado.
● Evite adoptar posiciones incómodas para superar el problema del brillo o los reflejos en la pantalla.
● Trate de evitar las fuentes de iluminación brillante en su campo visual. Por ejemplo, no se coloque frente a una ventana sin cortinas durante las horas del día.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Visite al oculista

Para asegurarse de que su vista reciba un cuidado adecuado, visite periódicamente a un oculista para su control. Si utiliza bifocales, trifocales o lentes de aumento progresivo, posiblemente sienta que necesita adoptar una posición incómoda para usar las gafas al trabajar con el equipo. Comente esta dificultad a su oculista y considere la posibilidad de que le prescriban el uso de gafas especiales para trabajar con la pantalla del equipo

martes, 21 de mayo de 2013

Limpieza del monitor y sus gafas

Mantenga limpias sus gafas o lentes de contacto y la pantalla. Si utiliza un filtro antirreflejo, límpielo siguiendo las instrucciones del fabricante.

lunes, 20 de mayo de 2013

Descanse la vista

Descanse la vista con frecuencia mirando hacia un punto distante.
El trabajo con el equipo durante un período prolongado puede ser una tarea exigente para los ojos y puede ocasionar irritación y fatiga ocular. Por lo tanto, debe prestar particular atención al cuidado de la vista y tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
Descanse la vista Descanse la vista con frecuencia. Aleje periódicamente la vista del monitor y mire hacia un punto
distante. También puede ser un momento adecuado para estirarse, respirar profundamente y relajarse

domingo, 19 de mayo de 2013

La vida media biológica

La vida media biológica (o vida media) es el tiempo que se necesita, a partir del momento en que cesa la exposición, para reducir a la mitad la cantidad presente en el organismo. Como muchas veces es difícil valorar la cantidad total de una sustancia, se emplean mé todos de medición como la concentració n en sangre (plasma). El concepto de vida media debe utilizarse con prudencia, ya que ésta puede modificarse, por ejemplo, con la dosis y la duració n de la exposición. Ademá s, muchas sustancias poseen complejas curvas de declinació n, con varias vidas medias.

sábado, 18 de mayo de 2013

El á rea bajo la curva (ABC)

El área bajo la curva (ABC) es la integral de la concentración en la sangre (plasma) a lo largo del tiempo. Cuando no hay saturación metabó lica u otros procesos no lineales, la ABC es proporcional a la cantidad de sustancia absorbida.

viernes, 17 de mayo de 2013

Curva de concentración-tiempo

La curva de concentración en sangre (o plasma) en relación con el tiempo es una forma cómoda de describir la captación de un xenobió tico por el orga- nismo y su desaparición de él.

jueves, 16 de mayo de 2013

Eliminación

La eliminación es la desaparición de una sustancia del cuerpo. Puede consistir en su excreción al exterior del organismo o en su transformación en otras sustancias que no son captadas por un determinado mé todo de medición. La velocidad de desaparición puede expresarse mediante la constante de eliminació n, la vida media bioló gica o el aclaramiento.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Unión a la sangre.

Las sustancias pueden unirse a los glóbulos rojos o a componentes del plasma, o pueden estar tambié n en forma libre en la sangre. El monó xido de carbono, el arsé nico, el mercurio orgá nico y el cromo hexavalente tienen una gran afinidad por los gló bulos rojos, mientras que el mercurio inorgá - nico y el cromo trivalente prefieren las proteínas plasmá ticas. Hay otras sustancias que tambié n se unen a las proteínas del plasma. Só lo la fracción libre puede llegar por filtració n o difu- sió n a los ó rganos de eliminació n. Por consiguiente, la unió n a la sangre puede incrementar el tiempo de retenció n de una sustancia en el organismo y sin embargo reducir su captació n por los ó rganos diana.

martes, 14 de mayo de 2013

La acumulación

La acumulación es la retenció n de una sustancia en un tejido o en un órgano a unos niveles superiores a los de su concentració n en la sangre o el plasma. Puede tratarse también de una acumulación gradual en el organismo a lo largo del tiempo.
Muchos xenobió ticos son muy liposolubles y tienden a acumularse en el tejido adiposo, mientras que otros tienen una especial afinidad por el hueso. En el hueso, por ejemplo, el calcio puede intercambiarse por cationes de plomo, estroncio, bario y radio, mientras que los grupos hidroxilo pueden intercambiarse por flúor.
Barreras. Los vasos sanguíneos del cerebro, los testículos y la placenta tienen unas características anatómicas especiales que inhiben el paso de las molé culas grandes, como las proteínas. Esas características, que suelen denominarse barreras hematoencefálica, hematotesticular y hematoplacentaria, pueden dar la falsa impresión de que impiden el paso de cualquier sustancia, pero la realidad es que tienen poca o ninguna importancia en el caso de los xenobió ticos capaces de atravesar por difusió n las membranas celulares.

lunes, 13 de mayo de 2013

Distribución

La distribució n de una sustancia dentro del organismo es un proceso diná mico que depende de las velocidades de absorción y eliminació n, así como del flujo sanguíneo en los diferentes tejidos y de las afinidades de é stos por la sustancia. Las moléculas hidrosolubles pequeñ as no cargadas, los cationes monovalentes y la mayoría de los aniones se difunden con facilidad y acaban por conseguir una distribució n relativamente uniforme por todo el cuerpo.
El volumen de distribución es la cantidad de una sustancia que hay en el cuerpo en un momento determinado dividida por la concentració n en la sangre, el plasma o el suero en ese momento. Este valor no tiene nada que ver con el volumen físico, pues muchas sustancias no se distribuyen de manera uniforme por el organismo. Un volumen de distribució n inferior a 1 l/kg de peso corporal indica una distribución preferencial en la sangre (o en el suero o en el plasma), mientras que los valores superiores a 1 indican una preferencia por los tejidos perifé ricos, como el tejido adiposo en el caso de las sustancias liposolubles.

domingo, 12 de mayo de 2013

2. Procedimientos operativos escritos

Los procedimientos escritos se utilizan para documentar el programa, de modo que cada participante sepa lo que hay que hacer, quién es el responsable de cada actividad y cómo debe ejecutarse. El documento de procedimiento debe incluir una declaración de los objetivos del programa. En esta declaración se debe afirmar con claridad que la dirección de la empresa es responsable de la salud de los trabajadores y de la aplicación del programa de equipos de protección respiratoria. Un documento escrito que cubra los procedimientos esenciales de un programa de equipos de protección respiratoria debe cubrir las funciones siguientes:
• elección de equipo de protección respiratoria;
• mantenimiento, inspección y reparación;
• formación de los trabajadores y los supervisores y de la persona que entrega los equipos de protección respiratoria;
• pruebas de ajuste;
• actividades administrativas, entre ellas compra, control de inventario y mantenimiento de registros;
• control de los riesgos;
• supervisión del uso del equipo de protección respiratoria;
• evaluación médica;
• suministro de equipos de protección respiratoria para situa- ciones de emergencia;
• evaluación del programa.

sábado, 11 de mayo de 2013

1. Administración del programa

La responsabilidad del programa de equipos de protección respi- ratoria debe asignarse a una sola persona, denominada adminis- trador del programa. Esta tarea se asigna a una sola persona con el fin de que la dirección sepa con claridad quién es el responsable. Tan importante como esto es conceder a esta persona la auto- ridad necesaria para tomar decisiones y ejecutar el programa.
El administrador del programa debe tener conocimientos sufi- cientes de protección de las vías respiratorias para supervisar el programa de equipos de protección respiratoria de forma segura y eficaz. Son responsabilidades del administrador del programa supervisar los riesgos respiratorios, mantener registros y evaluar el programa.

viernes, 10 de mayo de 2013

Programas de protección respiratoria

Para que un equipo de protección respiratoria funcione correcta- mente, es preciso elaborar un programa de protección respira- toria mínimo. Con independencia del tipo de equipo de protección respiratoria utilizado, el número de personas que intervengan y la complejidad del equipo de protección respiratoria que se utilice, todo programa debe incluir una serie de consideraciones básicas. En el caso de programas sencillos, los requisitos pueden ser mínimos. En programas más amplios, la tarea es complicada.
Considérese, a modo de ilustración, la necesidad de mantener registros de las pruebas de ajuste del equipo. En programas de una o dos personas, la fecha de la última prueba, el ajuste del equipo de protección respiratoria ensayado y el método pueden consignarse en una simple ficha; en un programa amplio, con centenares de usuarios, puede ser necesario crear una base de datos informatizada con un sistema de seguimiento de las personas que deben someterse a pruebas de ajuste.
En los seis apartados siguientes se exponen los requisitos de un buen programa.

jueves, 9 de mayo de 2013

Equipos mixtos

Algunos esquipos de protección respiratoria especializados pueden funcionar tanto en modo de suministro como de purifica- ción del aire; son los llamados equipos mixtos.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Equipos de protección respiratoria suministradores de aire

Estos equipos de protección respiratoria suministran una atmós- fera respirable con independencia de la que reine en el lugar de trabajo. El tipo llamado equipo semiautónomo admite tres modos de funcionamiento: demanda, caudal continuo o demanda de presión. Los aparatos que funcionan en los modos de demanda y demanda de presión pueden combinarse con semimáscaras y máscaras completas. Los de caudal continuo admiten también un casco o capuz o una mascarilla facial suelta.
Un segundo tipo de equipo de protección respiratoria sumi- nistrador de atmósfera, llamado aparato respirador autónomo, está equipado con una fuente de aire incorporada. Puede utilizarse sólo para escapar de una atmósfera peligrosa o para entrar y salir de ella. El aire está contenido a presión en una botella o se genera mediante una reacción química.
Algunos equipos de protección respiratoria semiautónomos están equipados con una pequeña botella de aire comprimido que permite al usuario salir indemne si se corta el suministro principal.

martes, 7 de mayo de 2013

Equipos de protección respiratoria purificadores del aire

En estos aparatos el aire del medio ambiente pasa a través de un elemento purificador que retiene los contaminantes. El aire atra- viesa el elemento purificador impulsado por la acción respiratoria (equipos de protección respiratoria de presión negativa) o por un ventilador (equipos de protección respiratoria purificadores mecánicos).
El tipo de elemento purificador del aire determina los contaminantes retenidos. Para retener aerosoles se utilizan filtros de diversa eficacia. La elección depende de las propiedades del aerosol; normalmente, el tamaño de la partícula es la característica más importante. Hay cartuchos químicos que se llenan con un material elegido específicamente para absorber un vapor o un gas contaminantes o para reaccionar con ellos.

lunes, 6 de mayo de 2013

Cobertura de entradas

Las “entradas” al aparato respiratorio son la nariz y la boca. Para que un equipo de protección respiratoria funcione debe estar aislado por un cierre que, de algún modo, separe el aparato respiratorio del usuario del medio respirable, y que al mismo tiempo permita la entrada de una cantidad suficiente de oxígeno. Hay coberturas estancas y sueltas.
Las coberturas estancas pueden adoptar la forma de masca- rilla, semimáscara, máscara o boquilla. La mascarilla cubre la nariz y la boca. La superficie de cierre se extiende desde el puente de la nariz hasta debajo de los labios (la cuarta parte de la cara). La semimáscara forma un cierre que va desde el puente de la nariz hasta la parte inferior de la barbilla (la mitad de la cara). El cierre de la máscara completa llega desde encima de los ojos (por debajo de la línea del pelo) hasta por debajo de la barbilla (cubre la cara completa).
El mecanismo de cobertura de la boquilla es ligeramente distinto: el usuario muerde una pieza de caucho conectada al equipo de protección respiratoria y se obstruye la nariz con una pinza. De este modo quedan cerradas las dos entradas del aparato respiratorio. Estos equipos de protección respiratoria de boquilla se usan sólo en situaciones en las que hay que huir de una atmósfera peligrosa; como su aplicación es muy especializada, no volverán a tratarse en este capítulo.
Las coberturas de mascarilla, semimáscara o máscara pueden utilizarse con equipos purificadores o suministradores de aire. El tipo de boquilla sólo se utiliza con purificadores.
Las coberturas sueltas, como sugiere su nombre, no se basan en una superficie cerrada herméticamente para proteger el aparato respiratorio del trabajador, sino que cubren la cara, la cabeza o la cabeza y los hombros y proporcionan un medio ambiente inocuo. También se incluyen en este apartado los monos que cubren el cuerpo completo (pero no las prendas que se llevan sólo para proteger la piel, como los monos antisalpicaduras). Como no cierran la cara, las coberturas sueltas sólo funcionan con equipos que suministran un caudal de aire; éste debe ser superior al aire necesario para respirar, con el fin de evitar que el contaminante del exterior del equipo de protección respiratoria penetre en el interior.


domingo, 5 de mayo de 2013

Idoneidad de las propiedades de advertencia

Cuando se intenta proteger a un trabajador de un riesgo para la salud en el trabajo, deben tenerse en cuenta las propiedades que advierten de la presencia de un material, como su olor o la irrita- ción que produce. Por ejemplo, si un empleado trabaja con un semiconductor en una zona en la que se utiliza arsenamina, la extrema toxicidad del gas supone un importante riesgo potencial. La situación se agrava por las escasas propiedades de advertencia de la arsenamina; los trabajadores no pueden detectar la arsenamina por la vista o el olfato hasta que su concentración no ha superado ya los niveles aceptables. En un caso así, no pueden aceptarse los controles que son marginalmente eficaces para mantener las exposiciones por debajo de unos niveles aceptables, porque los trabajadores no pueden detectar cuándo se superan esos niveles. La solución en este caso consiste en instalar controles técnicos que aíslen al trabajador del material. Además, debe instalarse un detector continuo de la arsenamina que advierta a los trabajadores de un eventual fallo de los controles técnicos. En situaciones en las que existe el riesgo de exposición de elevada toxicidad y escasas propiedades de advertencia, se practica la higiene industrial preventiva. El higienista industrial debe abordar cada problema de exposición con una actitud flexible y reflexiva.

sábado, 4 de mayo de 2013

Coste Higiene Industrial

Todas las organizaciones disponen de unos recursos limitados. El reto consiste en aprovechar al máximo dichos recursos. Cuando se identifican exposiciones peligrosas y se desarrolla una estra- tegia de intervención, el coste es un factor que debe tenerse en cuenta. La “mejor compra” no siempre será la solución de mayor
o menor coste. El coste se convierte en un factor sólo después de haber identificado varios métodos viables de control. Entonces, el coste puede utilizarse como criterio para seleccionar aquellos controles que serán más eficaces en una determinada situación. Si el coste es el factor determinante desde el principio, es posible que se elijan controles deficientes o inadecuados o que éstos inter- fieran con el trabajo del empleado. Sería poco aconsejable elegir controles de bajo coste que interfiriesen y retrasaran un proceso de fabricación. El proceso perdería productividad y el coste sería mayor. En muy poco tiempo, el coste “real” de estos controles de
“bajo coste” sería enorme. Los ingenieros industriales aportan su conocimiento de las instalaciones y los procesos en su conjunto; los ingenieros de producción, su conocimiento de las etapas y procesos de producción; los analistas financieros, su conocimiento de los problemas de asignación de recursos. Los higienistas indus- triales pueden aportar una perspectiva específica a este debate gracias a su conocimiento de las tareas de cada puesto de trabajo, su interacción con el equipo de fabricación y la manera en que funcionarán los controles en un entorno determinado. Este enfoque en equipo aumenta la probabilidad de elegir el control más adecuado (desde distintas perspectivas).

viernes, 3 de mayo de 2013

Facilidad de uso

Para que un control sea eficaz, es preciso que el trabajador pueda realizar las tareas de su puesto de trabajo al mismo tiempo que se aplica ese control. Por ejemplo, si el método de control elegido es una sustitución, el trabajador debe conocer los riesgos de la nueva sustancia química, recibir formación sobre los procedimientos seguros de manipulación, conocer los procedimientos correctos de evacuación, etc. Si el control consiste en un aislamiento, o colocación de un dispositivo que separa la sustancia del trabajador, éste debe dejar que el trabajador realice su trabajo. Si las medidas de control interfieren con las tareas del puesto de trabajo, el trabajador se resistirá a utilizarlas y posible- mente encontrará otras formas de realizar sus tareas, que conlleven una exposición mayor, en lugar de menor.

jueves, 2 de mayo de 2013

Eficacia de los controles

La eficacia de los controles es, obviamente, un aspecto funda- mental cuando se toman medidas para reducir las exposiciones. Cuando se compara un tipo de intervención con otra, se ha de tener en cuenta que el nivel de protección necesario justifique las dificultades que puede conllevar la intervención; un control exce- sivo es un desperdicio de recursos, que podrían utilizarse para reducir otras exposiciones o las exposiciones que afectan a otros empleados. Por otra parte, un control deficiente deja al trabajador expuesto a condiciones insanas. Un primer paso útil consiste en clasificar las intervenciones de acuerdo con su eficacia
y, seguidamente, utilizar dicha clasificación para evaluar la importancia de los demás factores.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Intervención: factores que deben considerarse

En general, para reducir la exposición a unos niveles aceptables, se tienen que combinar distintos tipos de controles. Cualesquiera que sean los métodos elegidos, la intervención debe reducir la exposición y el riesgo resultante a un nivel aceptable. Existen, sin embargo, muchos otros factores que deben considerarse a la hora de elegir una intervención. Por ejemplo:
• eficacia de los controles;
• facilidad de uso para el trabajador;
• coste de los controles;
• idoneidad de las propiedades de advertencia del material;
• nivel aceptable de exposición;
• frecuencia de la exposición;
• vía(s) de exposición;
• requisitos reglamentarios sobre controles específicos.