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viernes, 27 de marzo de 2009

Evaluación

La evaluación de un sistema técnico (una situación de trabajo, máquina o herramienta) debe hacerse respecto a su PRD, no preguntando al usuario o comparándolo con diseños alternativos basados en su rendimiento físico. Por ejemplo, el diseñador de un refuerzo para la rodilla que base su diseño en investigaciones que demuestren que la inestabilidad en las rodillas se debe a una reac- ción tardía de los ligamentos posteriores, creará un producto que compense dicho retraso.
Otro refuerzo, sin embargo, puede tener una finalidad distinta. Los métodos de evaluación actuales no muestran ninguna preocupación sobre cuándo, a qué pacientes y en qué condiciones hay que prescribir ayudas técnicas para el tratamiento de las discapacidades; precisamente el tipo de información que más necesitan los profesionales sanitarios.
Las investigaciones actuales tienden a obtener este tipo de información. Un modelo utilizado con el fin de descubrir los factores que determinan si es necesario usar estas ayudas, si un puesto de trabajo está bien diseñado o equipado para un trabajador con discapacidades, es el modelo de utilidad de la tecnología de rehabilitación (MUTR). El modelo MUTR ofrece un marco de referencia para la evaluación de productos, maquinas o herramientas ya existentes, pero también se puede usar en combinación con un proceso de diseño como muestra la Figura 29.49.
La evaluación de los productos ya existentes demuestra que, por lo que respecta a las ayudas técnicas y puestos de trabajo, la calidad de los PRD es bastante pobre. A veces no se registran adecuadamente los requisitos del producto; otras no se desarrollan lo suficiente como para que tengan alguna utilidad.
Los diseñadores deben aprender a documentar los requisitos de sus productos, incluidos los que se refieren a los usuarios con discapacidades. Nótese que, como muestra la Figura 29.49, la combinación del MUTR con el DES proporciona un marco de referencia que incluye los requisitos para los usuarios con discapacidades.
Los organismos responsables de la prescripción de dichos productos deben exigir a los fabricantes que evalúen sus productos antes de lanzarlos al mercado, una misión imposible ante la ausencia de verdaderos PRD.
La Figura 29.49 también muestra cómo garantizar que el resultado sea evaluado adecuadamente (según su PRD) con la ayuda del posible usuario a quien vaya dirigido. Depende de los organismos nacionales de salud el motivar a los diseñadores para que dirijan sus esfuerzos hacia este tipo de diseño y establecer las normativas apropiadas.

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