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viernes, 25 de diciembre de 2009

Sistemas de diseño ergonómico y trabajadores con necesidades físicas especiales (II)

La siguiente consideración relacionada con los cambios que hay que realizar en máquinas o herramientas se refiere a si el aparato ha sido diseñado para uso general, en cuyo caso las modificaciones se harán sobre un producto ya existente, o si se va a diseñar para ajustarse a una discapacidad concreta. En este último caso, cada aspecto de la discapacidad del trabajador debe recibir una consideración ergonómica específica. Por ejemplo, un trabajador que haya sufrido un accidente cerebrovascular y que presente limitaciones en las funciones cerebrales como: afasia (dificultad para comunicarse), parálisis del brazo derecho
y una paresia espástica que le impida elevar la pierna; requerirá los siguientes ajustes:
• un ordenador personal u otro dispositivo que permita al traba- jador comunicarse,
• herramientas que se puedan utilizar con el brazo útil,
• una prótesis para recuperar la funcionalidad del pie afectado, así como para compensar la incapacidad del trabajador para andar.
¿Existe una respuesta general a la pregunta de cómo diseñar para el trabajador con alguna discapacidad? La solución del diseño ergonómico de sistemas (DES) es evidentemente ideal a este respecto. Las investigaciones relacionadas con la situación laboral o el tipo de producto, requieren de un equipo de diseño cuya finalidad es recopilar la información especial relacionada con un grupo específico de trabajadores con discapacidades o con un caso único de una persona con alguna discapacidad concreta. El equipo de diseño, al estar compuesto por diverso personal capacitado, tendrá una experiencia y una capacitación superiores a las de un único diseñador y sus conocimientos médicos y ergonómicos serán tan valiosos como los estrictamente técnicos.

Las limitaciones impuestas al diseño al recopilar los datos relacionados con los trabajadores con discapacidades se deben tratar con la misma objetividad y espíritu analítico que las impuestas por los datos equivalentes obtenidos de usuarios sin discapacidades. Al igual que se haría con estos últimos, se deben determinar los patrones de respuesta conductual, los perfiles antropométricos, los datos biomecánicos (alcance, fuerza, zona de movilidad, zona de manipulación, carga física, etc), los están- dares ergonómicos y las normas de seguridad para los trabaja- dores discapacitados.
Lamentablemente, nos vemos obligados a admitir que hay pocas investigaciones en favor de los trabajadores con discapaci- dades. Hay, es cierto, algunos estudios de antropometría, algunos más sobre biomecánica en el campo de las prótesis y la ortopedia, pero casi ninguno sobre la capacidad de carga física. El lector encontrará las referencias de estas publicaciones en la sección “Otras lecturas recomendadas”, al final del capítulo. Aunque en ocasiones resulta sencillo obtener y aplicar estos datos, la mayor parte de las veces es una tarea difícil y en ocasiones, imposible.
Para estar seguro, hay que obtener datos objetivos, por muy grande que sea el esfuerzo y pocas las posibilidades de tener éxito, teniendo en cuenta que el número de personas con disca- pacidades que intervienen en estas investigaciones es muy redu- cido. Sin embargo, estas personas suelen participar voluntariamente en cualquier tipo de investigación que se les proponga. Tienen una conciencia clara de la importancia de su aportación al diseño y la investigación en este campo, ya que representa una inversión, no sólo para ellos mismos, sino para toda la comu- nidad de los discapacitados.

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