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jueves, 15 de marzo de 2012

INTRODUCCION - TOXICOLOGIA (IV)

En la secció n siguiente se ofrecen dos panoramas generales de la toxicología desde el punto de vista de sus mecanismos. Desde la ó ptica mecanicista, los toxicó logos modernos estiman que todos los efectos tó xicos se manifiestan en primer lugar a nivel celular; por consiguiente, las respuestas celulares son las primeras indicaciones del contacto del cuerpo con un agente tó xico. Se considera ademá s que esas respuestas comprenden toda una serie de hechos, desde la lesió n hasta la muerte. Se denomina lesió n celular a unos procesos específicos que utilizan las cé lulas, que es la unidad mínima de organizació n bioló gica dentro de los ó rganos, para responder al problema que se les plantea. Entre esas respuestas figuran cambios en la funció n de procesos celulares, como los de la membrana y su capacidad de captar, liberar o excluir sustancias, la síntesis dirigida de proteínas a partir de aminoá cidos y el recambio de componentes celulares. Esas respuestas pueden ser comunes a todas las cé lulas lesionadas, o pueden ser específicas de determinados tipos de cé lulas pertenecientes a determinados sistemas orgá nicos. La muerte celular es la destrucció n de cé lulas de un sistema orgá - nico como consecuencia de una lesió n celular irreversible o no compensada. Los agentes tó xicos pueden causar la muerte celular como un proceso agudo que se revela de varias maneras, como perjudicando la transferencia de oxígeno, pero otras veces la muerte celular es consecuencia de una intoxicació n cró nica. Despué s de la muerte celular puede producirse una sustitució n en algunos sistemas orgá nicos pero no en todos, aunque en algunas circunstancias la proliferació n de cé lulas inducida por la muerte celular puede considerarse una respuesta tó xica. Aun cuando no hay muerte celular, las lesiones celulares reiteradas pueden inducir una tensión en los órganos que pone en peligro su funció n y que afecta a su descendencia.
Se examinan despué s en el capítulo varios temas má s específicos, que se agrupan en las categorías siguientes: mecanismos, mé todos de ensayo, regulación y evaluación del riesgo. En la mayoría de los artículos sobre los mecanismos se analizan má s los sistemas diana que los órganos diana. Esto refleja la prá ctica habitual de la toxicología y la medicina modernas, que no estudian tanto órganos aislados como sistemas orgá nicos. Así, por ejemplo, la secció n de toxicología gené tica no se centra en los efectos tó xicos de los agentes sobre un ó rgano específico, sino má s bien en el material gené tico como diana de la acció n tó xica.

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