Buscar

viernes, 10 de julio de 2009

Conclusión: diferencias culturales en el diseño

Diseñar un producto o sistema útil no es tarea fácil. No existe un patrón que garantice el éxito. El trabajo del diseñador es crear la interacción óptima y armónica entre los cuatro componentes básicos de cualquier sistema tecnológico-humano: el usuario, la tarea, la tecnología y el entorno. Un sistema de trabajo puede ajustarse a una determinada combinación de estos factores, pero ser poco apropiado para otro. Uno de los aspectos de diseño que puede contribuir a la utilidad del mismo, tanto si se trata de un producto individual o de un sistema complejo, es la consideración de los aspectos culturales que tienen una gran influencia sobre el usuario y sobre el entorno de trabajo.
Incluso si un ingeniero meticuloso diseña una interfaz hombre-máquina adecuada para ser utilizada en un entorno concreto, a menudo le es imposible prever los efectos de una cultura diferente sobre la utilidad del producto. Es difícil prevenir los posibles efectos culturales negativos cuando un producto se usa en un entorno diferente del inicialmente previsto. Y puesto que no existen datos cuantitativos que reflejen las restricciones culturales, la única forma de que el ingeniero pueda hacer el diseño compatible con los factores culturales es integrar activamente a los usuarios en el proceso de diseño.
La mejor manera de integrar los aspectos culturales en el diseño es que el diseñador adopte una solución centrada en el usuario. El enfoque de diseño adaptado es un factor esencial que tiene una influencia inmediata en la utilidad del sistema diseñado. El diseñador debe tener en cuenta la importancia de este concepto básico y aplicarlo desde el comienzo mismo del proceso de diseño. Los principios básicos del diseño centrado en el usuario se pueden resumir así (Gould y Lewis 1985; Shackel 1986; Gould y cols. 1987; Gould 1988; Wang 1992):


1. Atención continua centrada en el usuario. El usuario debe formar parte activa del equipo de diseño durante todo el proceso (a saber, prediseño, diseño de detalles, fase de verificación y prueba del sistema).
2. Diseño integrado. El sistema se debe considerar como un todo, garantizando una solución completa. El equipo de diseño debe asegurarse de que todos los aspectos de la utilidad del sistema se desarrollen en paralelo.
3. Pruebas por parte del usuario desde los primeros pasos del diseño. Hay que conocer las reacciones del usuario probando prototipos o simulaciones mientras se lleva a cabo el trabajo en un entorno real, desde la fase de desarrollo inicial hasta que se obtenga el producto final.
4. Diseño iterativo. Los procesos de diseño, prueba y rediseño deben repetirse en ciclos regulares hasta que se consigan resultados de utilidad satisfactorios.

No hay comentarios: