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miércoles, 8 de julio de 2009

Consideraciones culturales en el diseño de productos y sistemas: Aspectos macroergonómicos (V)

Sistema de mantenimiento. Los programas de mantenimiento (preventivos y regulares) son ejemplos en los que se debe adaptar la organización laboral a las restricciones culturales. La cultura tradicional en las sociedades agrícolas, predominante en muchos países en vías de desarrollo, no suele ser compatible con las exigencias del trabajo industrial y su organización. La actividad agrícola tradicional no requiere, por ejemplo, un programa de mantenimiento formal ni trabajo de precisión. No se suele realizar presionado por el horario. En el campo, el trabajo de mantenimiento se deja al poder reciclador de la naturaleza. El diseño de los programas de mantenimiento y los manuales para las actividades industriales deberían tener en cuenta estos límites culturales y proporcionar la supervisión y la formación adecuadas.
Zhang y Tyler (1990), en un estudio sobre el éxito de la instalación de una fábrica de producción de cables telefónicos en China, dirigida por una empresa estadounidense (Essex Company) afirmaron que: “Ambas partes son conscientes de que la aplicación directa de los modos de trabajo de la Essex no son siempre prácticos ni deseables debido a las diferencias culturales, filosóficas y políticas. Así, el socio chino se encargaba de modi- ficar la información e instrucciones dadas por Essex para hacerlas compatibles con las condiciones existentes en China”. También argumentan que la clave del éxito, a pesar de todas estas diferencias, fue la dedicación y el compromiso de ambas partes con un objetivo común, así como el respeto mutuo, la confianza y la amistad, que permitieron superar las diferencias.
La planificación de los turnos y horarios de trabajo es otro ejemplo de la organización del trabajo. En la mayoría de los países en vías de desarrollo existen problemas socioculturales asociados al trabajo por turnos. Entre estos problemas se incluyen las pésimas condiciones de vida y vivienda, la falta de servicios, el ambiente ruidoso y otros factores, que requieren el diseño de programas especiales para el trabajo por turnos. Además, en el caso de las trabajadoras, la jornada de trabajo suele durar más que las ocho horas que dura el turno de los hombres debido a la suma de las horas de trabajo, desplaza- miento, el trabajo en casa y el cuidado de toda la familia. Por la influencia de la cultura, el trabajo por turnos y otros tipos de trabajo especiales requieren el diseño de horarios de descanso especiales para ser realmente eficaces y viables.
La flexibilidad en la jornada laboral debe tener en cuenta las diferencias entre culturas, como la siesta de los trabajadores chinos o las actividades religiosas como la oración de los musul- manes. En la cultura islámica, los trabajadores deben parar el trabajo para rezar varias veces al día y tienen que ayunar un mes al año desde la salida del sol hasta el ocaso. Todas estas restricciones culturales necesitan consideración especial.
Queda claro que muchas características macroergonómicas están influidas por la cultura y que estas características deben tenerse en cuenta si se quieren diseñar sistemas de software que funcionen eficazmente.

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