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domingo, 17 de marzo de 2013

Absorción pulmonar.

Los pulmones son la principal ruta de depósito y absorción de pequeñ as partículas suspendidas en el aire, gases, vapores y aerosoles. En el caso de los gases y vapores muy hidrosolubles, una parte importante de la absorció n se produce en la nariz y el á rbol respiratorio, pero en el caso de las sustan- cias menos solubles se produce principalmente en los alveolos pulmonares. Los alveolos poseen una superficie enorme (alrededor de 100 m2 en los humanos). Ademá s, la barrera de difusión es sumamente pequeñ a, sólo dos delgadas capas de cé lulas y una distancia de micras entre el aire alveolar y la circulación sanguínea sisté mica. Ello hace que los pulmones sean un ó rgano muy eficiente para el intercambio no só lo de oxígeno y dió xido de carbono, sino tambié n de otros gases y vapores. En general, la difusió n por la pared alveolar es tan rá pida que no limita la captación. La velocidad de absorció n, sin embargo, depende má s del flujo (ventilación pulmonar, gasto cardíaco) y de la solubilidad (coeficiente de reparto sangre/aire). Otro factor
importante es la eliminació n metabó lica. La importancia rela- tiva de estos factores en la absorción pulmonar varía mucho segú n la sustancia de que se trate. La actividad física tiene como consecuencia un aumento de la ventilación pulmonar y del gasto cardíaco, y un descenso del riego sanguíneo en el hígado (y por ende de la velocidad de biotransformació n). En el caso de muchas sustancias inhaladas ello hace que aumente notablemente la absorció n pulmonar.

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