La incertidumbre espacial y temporal es un determinante decisivo para una capacidad de vigilancia deficiente. En algunas tareas, la incertidumbre espacial puede reducirse definiendo una determinada posición del objeto que se va a inspeccionar. Sin embargo, no hay mucho que hacer en cuanto a la incertidumbre temporal: el observador sería innecesario en una tarea de vigilancia, si fuera posible señalar con antelación cuándo se va a
presentar un estímulo blanco. Lo que sí puede hacerse, en principio, es mezclar los objetos que se desea inspeccionar cuando los fallos tienden a producirse en grupos. Esto sirve para evitar los intervalos muy prolongados o muy breves entre los estímulos blanco.
Hay algunas sugerencias bastante obvias para reducir los lapsus de atención, o al menos su impacto en el rendimiento. Con la formación adecuada, se podría conseguir el procesamiento automático de cierto tipo de estímulos locali- zados, siempre que los estímulos localizados y de fondo no sean excesivamente cambiantes. La necesidad de un mantenimiento continuo del conjunto de tareas puede evitarse mediante descansos frecuentes, la rotación del trabajo, la ampliación de la tarea o el enriquecimiento de la misma. La introducción de la variedad puede ser tan simple como conseguir que el propio inspector saque el material que debe inspeccionar de una caja o de otro sitio. Así se introduce el elemento del ritmo personal, que puede contribuir a evitar la presentación de señales durante las desactivaciones temporales del conjunto de tareas. El mante- nimiento constante de un conjunto de tareas puede fomentarse con la retroinformación, el hecho de mostrar interés los supervisores y la consciencia del operador de la importancia de su tarea. Naturalmente, no es posible ofrecer una retroinformación adecuada del nivel de rendimiento en las tareas típicas de vigilancia; sin embargo, incluso la retroinformación que contenga información inadecuada o incompleta puede ser útil para motivar al observador.
También hay medidas que pueden ayudar a mantener un nivel adecuado de activación. El uso continuado de drogas es una posibilidad, pero es algo que nunca se encontrará entre las recomendaciones. La música de fondo puede ser útil, aunque también puede tener el efecto contrario. El aislamiento social durante las tareas de vigilancia deberá evitarse siempre que se pueda y durante los momentos del día con niveles bajos de activación, como las últimas horas de la noche, será necesario tomar medidas de apoyo, como por ejemplo períodos cortos de vigilancia.
presentar un estímulo blanco. Lo que sí puede hacerse, en principio, es mezclar los objetos que se desea inspeccionar cuando los fallos tienden a producirse en grupos. Esto sirve para evitar los intervalos muy prolongados o muy breves entre los estímulos blanco.
Hay algunas sugerencias bastante obvias para reducir los lapsus de atención, o al menos su impacto en el rendimiento. Con la formación adecuada, se podría conseguir el procesamiento automático de cierto tipo de estímulos locali- zados, siempre que los estímulos localizados y de fondo no sean excesivamente cambiantes. La necesidad de un mantenimiento continuo del conjunto de tareas puede evitarse mediante descansos frecuentes, la rotación del trabajo, la ampliación de la tarea o el enriquecimiento de la misma. La introducción de la variedad puede ser tan simple como conseguir que el propio inspector saque el material que debe inspeccionar de una caja o de otro sitio. Así se introduce el elemento del ritmo personal, que puede contribuir a evitar la presentación de señales durante las desactivaciones temporales del conjunto de tareas. El mante- nimiento constante de un conjunto de tareas puede fomentarse con la retroinformación, el hecho de mostrar interés los supervisores y la consciencia del operador de la importancia de su tarea. Naturalmente, no es posible ofrecer una retroinformación adecuada del nivel de rendimiento en las tareas típicas de vigilancia; sin embargo, incluso la retroinformación que contenga información inadecuada o incompleta puede ser útil para motivar al observador.
También hay medidas que pueden ayudar a mantener un nivel adecuado de activación. El uso continuado de drogas es una posibilidad, pero es algo que nunca se encontrará entre las recomendaciones. La música de fondo puede ser útil, aunque también puede tener el efecto contrario. El aislamiento social durante las tareas de vigilancia deberá evitarse siempre que se pueda y durante los momentos del día con niveles bajos de activación, como las últimas horas de la noche, será necesario tomar medidas de apoyo, como por ejemplo períodos cortos de vigilancia.
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