Existen alternativas al principio de “una tecla = un carácter”; es posible introducir los datos mediante una serie de combinaciones, por ejemplo, las secuencias, es decir, la activación simultánea de varios controles para generar un carácter. Esto exige mucho a la memoria del operador, pero requiere el uso de pocas teclas. Otros avances son el uso de controles que no pertenecen al formato binario de botón que se pulsa, sino palancas, selectores o sensores especiales, por ejemplo, colocados en guantes, que responden a los movimientos de los dedos de la mano. Tradicionalmente, la escritura a máquina y la introducción de datos en ordenadores se han realizado por interacción mecánicaentre los dígitos del operador y dispositivos como el teclado, el ratón, la bola de seguimiento o el lápiz luminoso. Pero hay otras formas de introducir los datos. El reconocimiento de voz parece entre los dígitos del operador y dispositivos como el teclado, el ratón, la bola de seguimiento o el lápiz luminoso. Pero hay otras formas de introducir los datos. El reconocimiento de voz parece ser una técnica prometedora, pero pueden emplearse otros métodos que utilicen, por ejemplo, la señalización, los gestos, las expresiones de la cara y del cuerpo, la mirada (la dirección de esta), los movimientos de la lengua, la respiración o un lenguaje de signos, para transmitir información y para introducir datos en el ordenador. El desarrollo técnico de este sector está en auge y, como ha sucedido con muchos dispositivos de introducción de datos no tradicionales utilizados para los juegos de ordenadores, la aceptación de dispositivos que no sean el tradicional teclado será totalmente viable en un futuro próximo. Para una discusión más amplia sobre los dispositivos de teclado actuales puede consultarse, por ejemplo, Kroemer (1994b) y McIntosh (1994).
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